A mediados del siglo XX, en  escuelas  primarias  existía el programa de parcelas escolares y era habitual  la enseñanza del cultivo de diversas hortalizas, en las ventanas de los salones se apreciaban los frasquitos con algodón húmedo y retoños  de frijol o jitomate que posteriormente eran trasplantados en la parcela escolar, que consistía en  un espacio  de 2 x 2 metros  generalmente atrás de los salones.

Los niños llevaban  la enseñanza a  casa y animaban a sus madres a cultivar hortalizas, lo que les permitía tener lechugas, cilantro, calabacitas y chícharos para auto consumo. En los años 90s el programa desapareció  de las escuelas.

Actualmente se está impulsando nuevamente la creación de huertos de traspatio, huertos urbanos, huertos comunitarios y  las parcelas escolares  que tienen mucha importancia en la alimentación familiar y en el desarrollo físico y emocional de los niños. Los beneficios a la población entre otros son:   

1.-Fomentar el contacto con la naturaleza a través de las plantas.  

2.-Crear lazos afectivos con el entorno aprendiendo a respetar a la naturaleza.

3.- Estudiar el proceso de crecimiento y desarrollo de los seres vivos a través de las plantas.

 4.- Aprender a valorar el agua y no malgastarla.

5.- Fomentar el trabajo en equipo y el desarrollo emocional.

6.-Enseñar hábitos de vida saludable como la alimentación sana y equilibrada.

En cuanto a los huertos familiares, estos producen en la familia unión y bienestar para los integrantes de la familia, ya que la alimentación será más sana, en niños remilgoso a las ensaladas y vegetales les tomaran   gusto a las verduras producidas por su esfuerzo y trabajo.

En el libro  CULTIVEMOS CON EL PROFESOR CIENTIFIX, experimentos para todas las estaciones; texto de Huguette y Robert RICHARS; ilustraciones de Jaques GOLDSTYN. En la introducción se expresa lo siguiente:

 “Este libro no es de ninguna manera un tratado completo de botánica; nada màs pretende despertar la curiosidad del niño introduciéndole a los misterios y a las maravillas del mundo vegetal…

El niño puede cultivar aunque no disponga de mucho espacio las legumbres de su preferencia. En este caso, lo mejor es cultivar en macetas o en almácigos…”

Durante la pandemia de Covid 19, 2020 muchas personas  retomaron esa maravillosa actividad de los huertos urbanos, en sitios muy reducidos; zotehuelas, terrazas, ventanales, pasillos y patios y lucieron los resultados  en las redes; sabrosas verduras y hiervas aromáticas lo que les ayudo a llevar con mayor tranquilidad los meses de confinamiento.  Hay muchos motivos para iniciar el cultivo de hortalizas en nuestro hogar, escuela y  comunidad.

Desde la época colonial en Tulancingo  el “Barrio de las Hortalizas” ubicado en la en la parte oriente  de la ciudad produjo la verdura suficiente para la alimentación de sus habitantes:

   “HORTALIZAS. – Al poniente de la población algunas manzanas de la Traza no se repartieron, lo mismo que algunos terrenos del común se destinaron al cultivo de  verduras y de legumbres y puede decirse que se hacía a gran escala, ya que también se cultivaban en el barrio del Paraíso por lo que se producía mucho más de lo que la población podía consumir; pero estos productos tenían amplios mercados en los minerales de Real del Monte y Pachuca así como la árida región pulquera. “TULANCINGO ESBOZO HISTÒRICO, José L. Cossío y Soto.  

La historia nos dice que mediante el cultivo de hortalizas podemos hacer frente a los problemas de escasez alimentaria, como ha sucedido en otras épocas y en otros países. Hasta el Próximo viernes.

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