A tres años de la explosión del ducto de Pemex en la comunidad de San Primitivo en Tlahuelilpan, el control por el robo de combustible está lejos de detenerse y por el contrario, grupos criminales del Bajío pretende incursionar al Estado.
De acuerdo con la Agencia de Seguridad en el estado, tras la explosión del ducto en San Primitivo, el gobierno federal ordenó que el combate a este delito se realice por las fuerzas federales, sin embargo no se ha tenido una disminución y por el contrario, Hidalgo permanece como el estado con mayor número de tomas clandestinas.
Se dio a conocer que no sólo se tienen como focos rojos las regiones de Tula y Cuautepec, también se incluye la zona de Nopala y Palmillas, donde se colinda con Querétaro.
En esta región se ha puesto en marcha el operativo Puerta Norte, donde se mantienen operativos para contener la llegada de carteles dedicados al robo de hidrocarburo.
La incursión de este grupo de delincuentes ha sido frenada hasta el momento por agentes de seguridad estatal, donde ha sido mínima la participación de las fuerzas federales, según se dio a conocer.
Además de que se indicó que si bien el combate al robo de combustible, se lleva a cabo por el ejército y la Guardia Nacional, la policía estatal ha realizado algunos decomisos y detenciones de algunos grupos de Huachicoleros.
Las cifras históricas que se tienen del 5 de septiembre de 2016 a 18 enero de 2022, en acciones contra el robo de combustible, señalan que este delito no disminuye.
En este tiempo se han registrado 3 mil 934 intervenciones, 462 personas detenidas,
3 mil 204 vehículos asegurados y 18 mil 657 objetos que se utilizan para este delito

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