Los juegos olímpicos son un ejemplo de paz amor y fraternidad del mundo, uno de los momentos cumbres de la humanidad que demuestran la unidad de las personas para uno de los momentos más emblemáticos que es el vernos como una sola comunidad fraterna, donde no importa ni la nacionalidad ni la economía ni los problemas globales sino el amor al deporte.

Sin embargo, en realidad las olimpiadas son solo ese sueño que tenemos de humanidad esa idea frágil de querer pensar en un mundo sin diferencias sin problemas donde pudiéramos sentarnos aún sin pandemia a ver el deporte a sentir esa esperanza que se obtiene de cualquier tregua en un mundo en conflicto.

Por lo que si algo puedo estar seguro es que los juegos olímpicos son un reflejo de nuestro mundo, donde existen problemas, desigualdades, injusticias, tristezas, discriminaciones y entre todo ello un halo de esperanza y de paz que permite seguir soñando y luchando por un mundo mejor.

En ese mundo de los juegos olímpicos existe sin duda el machismo, y lo hemos visto desde la creación de los mismos cuando los únicos que tenían permitido competir eran hombres, y ello era una clara demostración de la ejemplificación que las olimpiadas son de nuestro mundo.

Igualmente se observo la evolución de los juegos al aperturar la victoria de grupos vulnerables, el permitir a mujeres participar y me parece que hoy estamos en un momento crucial puesto que, se ha señalado la sexualización de la vestimenta femenina en los deportes no solo en las olimpiadas sino en cualquier deporte.

Es por ello que debemos de ser claros por supuesto que los deportes hoy en día sexualizan la figura de la mujer a través de su vestimenta es impensable que la mujer se le requiera utilizar bikini o prendas diminutas en deportes que no lo necesitan y que inclusive los hombres no las usan, es más me parece que no existe un deporte en el cual sea necesaria una prenda previamente descrita para que pueda ser practicado.

En consecuencia, es que es claro que las olimpiadas son un ejemplo de nuestra humanidad y espero que aquello que demuestren es un momento de evolución y de igualdad, para que lo siguiente que veamos sea una equidad mediante la cual las deportistas tengan plena libertad de decidir sobre su vestimenta y no se sexualiza la misma.

Lic. Juan Fernando González Espinosa

juanfer_lm@hotmail.com

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