Otra pregunta que nos hacemos los tulancinguenses ¿cuáles serán los caminos originales, que llegaban a Tulancingo en épocas pasadas? Ojeando los documentos, los libros y algunos planos, vemos que no eran los actuales los genuinos por ejemplo la salida de Tulancingo a México se hacía por el camino a Pachuca como muchos años se utilizó, ni el camino a la sierra era el transitado actualmente.

Inicialmente nos remontaremos a la época prehispánica:

“Según el Códice Chimalpopoca en 2 Tochtli, llego Quetzalcóatl a Tulancingo y de ahí llego a Cuextlan, país maya o huasteco, pero Muñoz Camargo asienta que primero pasó por Pánuco siguiendo luego para Tulancingo…”

“Conviene aquí señalar las rutas o caminos naturales de la región para tener una idea de la forma en que se podía hacer el intercambio entre esas zonas y el camino que podían seguir las tribus en sus migraciones. De Huejutla, antigua Tamzobtocoy, fundada por los huastecos junto a unos sauces blancos … se podía ir a Yahualica, a Lolotla, a Xochicoatlan, a Tianguistengo, a Atotonilco el Grande y así a Tulancingo; o bien de Huejutla se podía ir por Huayacocotla a Tulancingo…”LA HUASTECA HIDALGUENSE. Por Joaquín Meade.

La llegada de los toltecas a Tulancingo fué posiblemente por el antiguo camino de Huayacocotla, el camino hacia la sierra y la Huasteca era el mismo que marcaban los antiguos planos, y la entrada era por Huapalcalco lo que nos hace imaginar que era el trazo de las desaparecidas vías de ferrocarril de Tulancingo hacia Apulco. Tiempo después de su estancia en Huapalcalco, los toltecas inician su peregrinaje hacia Tula Xicocotitlan y lo hacen por el antiguo camino que va de Tulancingo hacia Acatlán, Atotonilco el Grande y así a la región de Tula.

Otra de las salidas era por el Abra y es el camino más antiguo que existe de Tulancingo hacia Huauchinango y a la costa veracruzana.

Otra de las rutas mencionadas en los libros es la que se hacía a México:

“Viaje muy molesto, como todos los que se efectuaban a cualquier punto de la República, era hasta hace un año el que se emprendía a Tulancingo…”

Antes de que por los Llanos de Apan cruzaran las cintas de acero del ferrocarril mexicano para ir desde México a Pachuca o Tulancingo, había que arreglar todos los negocios, se disponía un coche con buenas mulas o se tomaba con anticipación, después del año de 1841 el boleto en la casa de las diligencias fijando también con mucha anterioridad el día de la marcha. Levantábase el viajero muy de madrugada para gozar de la frescura de la mañana, con traje de dril y sombrero de bejuco. En ese viaje se gozaba mucho: las mañanas eran muy agradables en el Valle de México, mucho más a la salida del sol, cuando las elevadas montañas que cortan este Valle se dibujan teñidas de púrpura en un fondo azul; poco apoco el paisaje toma un nuevo aspecto no menos interesante…

En la estación estival se ponía el camino tan fangoso que había de caminar con mucha lentitud y de seguro llovía en las tardes convirtiéndose la vía en intransitable pantano, y no pocas veces les era preciso a los viajeros, bajarse del coche, viéndose obligados a andar entre los más barrosos lodazales, cayendo y levantando resbalándose a cada paso del atolladero, y había que continuar el camino a Pachuca o Tulancingo, como Dios daba a entender; a caballo, a pie, o en un vehículo cualquiera tirado a veces por bueyes…” MANUEL RIVERA Y CAMBAS  1883

Esta era la ruta la que hasta 1980 era mencionada como Carretera México-Pachuca-Tulancingo. Ya recorrimos, aunque brevemente algunos de los antiguos caminos hacia Tulancingo como siempre el exhorto a las autoridades correspondientes y a todos los habitantes para la conservación de los “caminos de ayer y su toponimia”, ya que son la ruta de nuestra historia y cultura.

Hasta el próximo viernes

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