Hace unos días el Congreso del Estado de Hidalgo aprobó el presupuesto con el que el gobierno trabajará en el 2023; al tiempo, hizo lo propio con la propuesta del gobernador Julio Menchaca Salazar, relativa a reformar la Constitución Política del Estado, en materia de empate de elecciones.

Con lo anterior, el estado tendrá una serie de modificaciones en el calendario electoral, porque las modificaciones se concentran en reducir a tres años el periodo de ejercicio de los integrantes de los Ayuntamientos, para que estén en posibilidad de participar en la elección consecutiva por tres años más, tal y como lo señala el artículo 115 de nuestra Carta Magna.

Con esta nueva disposición las administraciones municipales podrán durar seis años gobernadas por la misma persona. Lo anterior, busca valorar el trabajo de los integrantes de los ayuntamientos, quienes están en constante contacto con la ciudadanía y quienes están gestionando recursos y obras para llevar a sus comunidades.

Cortar esa labor a los cuatro años resultaba contraproducente en términos de eficiencia de los gobiernos. Claro está, que esta labor tiene que pasar por la aduana de los votos, es decir, por la confianza de la ciudadanía a la misma opción partidista.

Con esta medida también se busca la profesionalización en el quehacer municipal de las personas titulares de la presidencia, sindicatura y regidurías, pero sobre todo de la base operativa que con frecuencia es remplazada por la inercia política.

De esta manera, será más fácil darle continuidad a las acciones planeadas por tres años a los gobiernos municipales, al poder ampliar su mandato hasta por 6 años, tiempo suficiente para realizar obras y acciones en un municipio.

Y por supuesto, reducir el número de procesos electorales traerá consigo un ahorro de recursos públicos que podrán orientarse a necesidades prioritarias para el Estado y sus municipios. Es decir, dejar de tener elecciones cada tres años de distinta manufactura (federal, local y municipal).

Aunado a lo anterior, se contempla una “mini gubernatura” para que por fin en la entidad tengamos el denominado empate total. Es decir, acudir una sola vez a la urnas para elegir a todas nuestras autoridades (presidentes municipales, diputados y gobernador), y de esta manera, reducir aún más el costo de las elecciones.

Este tema no es nuevo, hace años ya hubo intentos por hacer lo citado. Pero por varias razones y por criterios políticos se postergó esta decisión. Al final, nadie quiere ceder en los tiempos de su propio mandato para que el calendario electoral se acomode en beneficio de la gente y no de los políticos.   

Pero después de un periodo de espera parece que las condiciones están dadas para realizar estas y otras modificaciones al texto constitucional. Hay que recordar que ya salió la iniciativa a la revocación de mandato, el presupuesto de egresos y la ley de ingresos del 2023, la reforma citada y se avecinan más cambios.

Uno de ellos tiene que ver con una nueva Ley Orgánica que formalice los cambios internos en el gobierno como la desaparición de la Secretaría de la Política Pública y otros cambios que permitirán tener una base normativa al gobierno morenista.

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