El año 2021 está culminando en el marco de los momentos finales de la pandemia por el COVID-19, que ha supuesto enormes retos y perdidas en materia económica y humana a nivel global.

Contrario a lo que muchos pensaban hace un año, el 2021 no significó el fin de la pandemia, sino la etapa de resolución del problema, puesto que, el proceso de vacunación en si mismo representaba un reto global de grandes dimensiones, aunado al hecho de que las consecuencias económicas más inmediatas de la pandemia aún estaban por sentirse, el proceso de recuperación económica a lo largo del 2021 no podía ser una realidad.

 Ahora, tras un año de haber incursionado en la etapa de vacunación, México tiene completamente vacunada a cerca del 60% de su población, cifra qué, si bien denota una planificación con fallas en materia logística, ha logrado una disminución notable en contagios y mortalidad. Por tanto es previsible que en el primer semestre del año entrante se logre una mayor regularización en todos los sectores que hacen parte de la cotidianidad de la sociedad mexicana.

 En el aspecto económico, actualmente se tiene una inflación en torno al 7%, empero , el fenómeno es global dada la situación actual del mercado internacional donde se presenta un fenómeno de “cuello de botella”, se espera que con la regularización del comercio la inflación comience a descender, pero para ello, el Banco de México debe actuar con prudencia y total auntonomía.

 En cuanto a la variante Ómicron, sobre la cual existe alarmismo y desinformación en demasía, expertos coinciden en la baja letalidad de esta variante del COVID-19, además de que algunos señalan que esta variante podría ser el preludio de la inmunidad grupal natural. Las precauciones siempre son necesarias, como necesario es, no caer en el alarmismo.

 Existen importantes desafíos como el control de la crisis migratoria, la implementación de un protocolo eficiente para el regreso a clases general, la total cobertura en vacunación y el control inflacionario. Hay motivos para ser optimistas, pero también retos ante los cuales estar expectantes. De cualquier manera, nos espera un 2022 emocionante y determinante.

Por Arturo Hernández Cordero

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: