A partir del 29 de mayo de 2016 cuando una roca se desprendió del cerro de La Cañada y rodó por una calle, donde aplastó vehículos y puso en riesgo a decenas de habitantes, han ocurrido por lo menos 20 tormentas eléctricas y cuatro temblores perceptibles en Tulancingo.
Sin embargo, el riesgo de que ocurra un hecho similar al de hace cinco años no solo es para esta colonia, sino también para vecinos de otros sectores, específicamente Huapalcalco donde por instrucciones de la anterior administración, se hizo un análisis con especialistas de diferentes departamentos de geotécnica e investigación del Centro Nacional de Prevención y Desastres (CENAPRED).
A la fecha, de acuerdo con versiones de habitantes de estos sectores vulnerables, no hay avances, ya que esta instancia federal recomendó implementar medidas de protección y mitigación, como: colocación de anclas; construcción de bases de mampostería en los bloques inestables que se encuentran sobre la ladera, para proporcionar mayor estabilidad, y la demolición de los bloques más pequeños con métodos manuales o químicos.
Jesús García Ávila, director de Protección Civil, dijo que prevalece el monitoreo de esta zona. “Recientemente se hizo la gestión para que acudan geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y den algunas sugerencias de solución, es una situación difícil y hay que insistir a la población que ahí no pueden seguir construyendo”.
La regidora Melina Ibarra Marín, quien preside la Comisión de Protección Civil, comentó que este es un tema muy delicado, pero no cuentan con presupuesto.
Expuso que se contrató una empresa para colocar un cercado y son sumas muy elevadas. “He sostenido pláticas con el presidente municipal, con el director de Protección Civil, con el jefe de Gabinete, con el secretario municipal, es un tema muy complicado porque están de por medio las vidas de los colonos, pero realmente el presupuesto es muy elevado para poder cumplir con la seguridad que la ciudadanía se merece. Estaré al pendiente de todo lo que se tenga que hacer”.
Por lo que se refiere a la colonia Huapalcalco, en el sector próximo a la zona arqueológica, debido al grado de fracturamiento, altura y cercanía del cantil de roca a las viviendas, se encuentran en una zona de riesgo “muy alto”, por lo que deberán ser reubicadas a la brevedad posible, según consta en un documento oficial.
En este mismo sector, existe un grupo de viviendas que se localizan a más de 60 metros de distancia de los cantiles, pero en este caso resulta posible implementar medidas de protección como muros de gavión, zanjas y terrazas, las cuales sirven para disminuir la energía potencial de los bloques que puedan caer.
Dichas acciones tendrán que ser realizadas por despachos o empresas, con amplia experiencia en el tema, las cuales deberán determinar las medidas de mitigación a implementar, con base en un análisis costo-beneficio

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