El 2020 ha sido un año difícil para muchas familias de Tulancingo, que han vivido la partida de un ser querido, ya sea a consecuencia del Covid-19 o por otra enfermedad, lo cual se refleja en el aumento del 36 por ciento en el número de fallecimientos respecto a 2019.
Este incremento ha generado un gasto económico no planeado en la mayoría de los casos, que puede ir desde ocho mil a 17 mil pesos, según los elementos adicionales que lo familiares deseen.
De acuerdo con cifras de la Oficialía del Registro del Estado Familiar de Tulancingo, hasta el 27 de octubre sumaban mil 14 decesos, mientras que el panteón urbano de San Miguel registra 543 cremaciones hasta el último día de enero por 110 asentadas en similar periodo del año anterior.
En un sondeo realizado por Periódico Ruta en seis agencias funerarias, los precios base tienen una variación de nueve mil pesos entre el más caro y el más barato, por lo que la familia de los finados debe verificar con atención los servicios que están incluidos.
El paquete que cuesta 17 mil pesos, incluye todos los servicios, como: rescate de cuerpo, embalsamado, arreglo estético, sala de velación con servicio de cafetería, carrosa, camioneta para flores, camioneta para traslado de personas, ataúd (calidad básica), trámites funerarios, traslados, porta cirios, imagen de un cristo y kit de hidratación.
En caso de requerir el servicio de cremación, el costo oscila entre nueve mil 500 y 13 mil pesos, más los servicios de velación, siempre y cuando la causa de muerte no sea Covid-19, de ser así la inhumación o cremación debe ser directa.
Para este caso de personas que murieron por Covid-19, el precio más bajo parte desde los nueve mil pesos para la inhumación directa y 11 mil pesos para la cremación también de forma directa, es decir, sin velación y dependiendo el tipo de ataúd y urna va subiendo el precio

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