La tradición de poner ofrenda a los fieles difuntos, se mantiene como una actividad de mucho respeto en la mayoría de los hogares mexicanos, pues pese al empuje de tradiciones anglosajonas y la difícil situación económica, las familias tulancinguenses se esfuerzan por continuar la tradición.
Hace algunos años, se pensó que la emblemática celebración podía desaparecer ante el avance de la mercadotecnia que promovía costumbres ajenas a la cultura mexicana, como el Halloween; sin embargo, permanece firme, quizá en escalas diferentes, pero con la intención de honrar y recordar a los difuntos.
En un sondeo realizado por Periódico Ruta en el centro de Tulancingo, la población reconoció que aún conserva la costumbre de poner una ofrenda a los seres queridos que han partido a otra dimensión, incluso los jóvenes se mostraron interesados en transmitir esta tradición a su descendencia.
“Todavía tenemos la tradición que nos han transmitido nuestros padres y abuelos, lo importante es que continuemos conservando estas costumbres y lo haré con mi hijo para que se siga preservando”, mencionó Rubí García.
No obstante, reconocen que las ofrendas se han reducido por la situación económica, ya que no hay la suficiente solvencia para montarlas con todos los elementos.
La familia Ramos Franco, quienes de manera ininterrumpida han colocado ofrenda a sus difuntos, informaron que el gasto que hacen supera los tres mil pesos, pues tratan de poner todos los elementos necesarios, como: agua bendita, mole, pollo o guajolote, dulce de calabaza, aguardiente, pulque, papel picado, copal, fruta de temporada, veladoras, sal y flores, entre otros.
Para los Ramos Franco, es una tradición que une a todos sus integrantes, ya que desde el 29 de octubre comienzan los preparativos para recibir, conforme a las fechas indicadas, a los fieles difuntos para terminar el 2 de noviembre con el levantamiento de la ofrenda aproximadamente a las 15:00 horas, no sin antes dedicar un tiempo de oración por el feliz regreso de los muertos.
De acuerdo a lo recabado en el sondeo, la crisis económica quizá sea el factor principal que amenaza la preservación de la tradición de poner la ofrenda a los muertos, pero de acuerdo con algunos comerciantes, la venta de los objetos tradicionales para la ofrenda a tenido un repunte desde el estreno de la película Coco.
“Se llevan cosas tradicionales, pero en pequeño, quizá para hacer ofrendas de manera simbólica, pero lo importante es que se conserva viva la tradición”, comentó Hilda Ramos

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