Varios ciclistas han sufrido lesiones derivadas de caídas en algunas alcantarillas pluviales del centro de Tulancingo y su periferia.
Esta semana, se volvió a reportar un accidente donde un empleado de conocido restaurante sufrió la fractura del dedo meñique, tras caer la llanta delantera de su bicicleta a la alcantarilla y salir proyectado hacia el frente.
Este incidente ocurrió en las rejillas que están en la intersección de los bulevares Matamoros y Bicentenario, con la calle Narciso Mendoza, donde, según vecinos, son constantes este tipo de percances y recordaron que la semana pasada se cayó otro señor, golpeándose la cabeza.
Estas alcantarillas metálicas fabricadas con soleras, tienen un espacio para que escurra el agua de aproximadamente cinco centímetros, suficientes para que una llanta de bicicleta quepa.
Los huecos de las rejillas están en diagonal y en algunas están exactamente en el sentido que dan vuelta los ciclistas, que tienen que maniobrar para no caer.
Habitantes de la ciudad, solicitaron a la dirección de Obras Públicas o la Comisión de Agua y Alcantarillado del Municipio de Tulancingo, para que puedan solucionar el problema.
Ciclistas, refieren que es cosa de sólo agregar una solera a la mitad de las rejillas para que las llantas de sus bicicletas no caigan en ellas.
Las coladeras de ese tipo están en el cruce ya mencionado, pero también hay en la esquina de la Calzada 5 de Mayo y Matamoros, el bulevar Pifsal y sus calles perpendiculares; además del bulevar Huapalcalli y la calle Violeta, donde algunos ciclistas al dar la vuelta, se encuentran con los huecos de las coladeras en el sentido que van los ciclistas

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