Mi alarma tuvo que haber sonado a las 6 am, no obstante, había despertado minutos antes, pues inconscientemente sabía que ese sería un gran día en la ciudad de Chicago.
Al despertar, estaba sumergida en el silencio y la oscuridad de la habitación, creo que no recordaba haber disfrutado tanta calma; y de repente recordé que sonaría pronto la alarma, así que para no llegar a despertar a Lupita, apresurada la apagué.
Después, sin rodeos, me levanté de la cama, cogí la toalla, mi ropa interior y fui directa a la ducha. Ya estando fresca y limpia, frente al espejo y durante mi rutina de “skincare”, recité un saludo ingenuo de “buenos días” para iniciar ese día. En realidad, no tenía la certeza de que sería un gran día, pero era mi cumpleaños, así que algo bueno tendría que pasar.
Y si has llegado hasta este punto de la lectura y aún no entiendes de que va la historia, te lo diré: es sobre la interpretación personal y positiva de los acontecimientos reales y cotidianos, que dicho en otras palabras, se resumen en el ser feliz con las pequeñas cosas o con un simple detalle. Pero vamos, continúa leyendo…
Era martes 12 de septiembre del 2023. Nos encontrábamos hospedadas en el “Hotel Warwick Allerton” de la avenida Michigan, en la ciudad de Chicago. Este hotel es uno de los mejores calificados en “TripAdvisor”, una plataforma líder en el sector turístico.
Pero a pesar de estar en uno de los hoteles mejor ubicados, la habitación que nos había tocado tenía unas ventanas con vista bloqueada, esto es que daban a una pared llena de ladrillos que correspondía al edificio de al lado. Por lo cual, no podía entrar por mi ventana el Señor Sol.11 Referencia a la canción: Buenos días señor sol de Juan Gabriel.
Ese día lo iniciaríamos tarde, pues a pesar de estar de viaje, yo continuaba con mis clases de inglés en línea. Me encontraba de frente al escritorio acomodando mi laptop y las luces cuando de repente se levanta Lupita y me da un fuerte abrazo diciendo a la vez: “Feliz cumpleaños”.
Ese abrazo es por tu papá, me dijo, me ha encargado que disfrutes mucho de este día, y esto es un regalo de mi parte, escoge el que más te guste. Escogí un par de aretes. De modo que, apenas habían pasado unas horas del día y yo ya me sentía bendecida. Los cumpleaños son de mis días favoritos, porque me lleno de energía y del propio más.
Mientras daba mi clase desde el interior de la habitación, Lupita estudiaba para el curso de la tarde, sería el primero y, por lo tanto, el más importante, pero de ese curso les platicaré después. Con la mañana ocupada, no tuvimos tiempo de salir a desayunar, así que aprovechamos las amenidades del hotel y los restos de la cena, de manera que mientras trabajábamos, disfrutábamos de una taza de café y rebanadas de pizza. Un muy buen desayuno, debo admitir.
Al término de mi sesión, optamos por aprovechar las pocas horas libres que teníamos y decidimos salir a caminar para conocer un poco más. Debo confesar que durante todo el viaje, tuve el temor de pasar mucho frío, pero ese día el clima nos arrojaba una máxima de 19° C y una mínima de 13° C. con un cielo despejado y poca probabilidad de lluvia, así que nada malo podía pasar.
Por lo tanto, nos alistamos con nuestras blusas tradicionales, una bandera de México, una bandera de Pueblos Mágicos del municipio de Acaxochitlán, bloqueador, gafas y la sonrisa puesta. Realmente estábamos muy decididas a conocer los alrededores y como mujeres prevenidas, ya teníamos en mente algunas fotos que queríamos tomar. Y entonces empezamos el recorrido con mi actividad favorita: el turistear. Pero antes de mencionar todo lo que vimos y los lugares que conocimos, cortaré esta historia que continuará la próxima semana. Mientras tanto, te dejo con una foto para que puedas imaginar lo siguiente que te voy a contar.
Continuará…

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