La novela fantástica del escritor escocés J. M. Barrie, donde se describe una isla lejana donde los niños no crecen y viven sin ninguna regla ni responsabilidad; es una buena referencia para ironizar sobre el conflicto que mantiene la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

Porque para los hidalguenses, son muy conocidas las controversias entre alumnos y autoridades universitarias, al grado que podríamos decir que hasta este momento parece que los papeles se han invertido.

Es decir, los que parecen más infantiles, sin responsabilidad y viviendo en una realidad paralela son los funcionarios universitarios, y por el contrario, los jóvenes inconformes han realizado un derroche de madurez y prudencia inusitados para personas de corta edad.

Esto quedó de manifiesto el pasado viernes 20 de octubre, donde el rector de la máxima casa de estudios de Hidalgo no acudió a la primera mesa de mediación que él mismo avaló días atrás. En cambio, los estudiantes estuvieron puntuales al llamado para conciliar posturas.

No solo eso, algunas voces afines al rector se atrevieron a decir que el titular del ejecutivo local estuvo en otro sitio mientras se celebraba la primera mesa de diálogo con estudiantes y con la ausencia del rector y sus invitados.

De esta manera, y sin previo aviso, las autoridades universitarias decidieron faltar a su palabra y dejar vacío el espacio que se tenía previsto para el diálogo y la conciliación de posturas en el gobierno del estado.

En consecuencia, se encuentran rotas las negociaciones y paralizada la vida universitaria porque parte de su comunidad mantiene algunos planteles cerrados pidiendo la renuncia del rector y del dirigente de los estudiantes como base mínima para levantar el paro.

Por su parte, los funcionarios han establecido como regla mínima el regreso a clases y después las peticiones de los inconformes.

De esta manera, las posturas parecen irreconciliables, mientras el tiempo pasa y se va haciendo vieja la idea de tener en la misma mesa a los involucrados con la voluntad de llegar a un acuerdo que convenga a todos.

En sus comunicados oficiales, la UAEH se ha mantenido inflexible en su postura de respetar la autonomía a través de un argumento falaz, la autonomía mal entendida como el hecho de pensar que todo lo que pasa en aquella casa de estudios solo le compete a la comunidad universitaria.

Omiten decir, que esa institución es financiada en buena medida por presupuesto público cuestión que la hace un ente de carácter social. Es decir, no se trata de una especie de embajada en territorio de otro país. Se trata, más bien, de una universidad que le pertenece a la sociedad. Es parte del interés público y no del interés de unos cuantos.

Ya es hora para que los obligados a tener altura de miras y ver hacia adelante (autoridades) hagan algo para solucionar este conflicto. Regresando a la novela citada, los niños perdidos deben volar lo más alto del cielo y girar en la segunda estrella hasta el amanecer

Es decir, el rector (los maduros) son los obligados a restablecer la normalidad y hacer que nuevamente la prudencia regrese a la máxima casa de estudios del estado de Hidalgo, aunque en su empeño tengan que combatir con intereses obscuros enquistados en la misma universidad.

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