Sabemos que una de los principales atractivos que nos sirven para poder identificar a un lugar es su comida; contemplando desde grandes platillos hasta simples botanas.
En una sociedad donde la jornada laboral es larga y el ritmo de vida es acelerado, es necesario contar con comida que no necesite demasiada inversión de tiempo en su preparación o a la cual, tengamos fácil acceso; y así nace la comida rápida.
La comida rápida, o “fast food” en su idioma original, nace en los Estados Unidos como una forma práctica para satisfacer las necesidades alimentarias de una sociedad sumamente activa. De hecho, la comida rápida siempre ha existido en nuestro entorno, pero la popularidad de su nombre, se le atribuye a nuestro vecino de arriba.
Si hablamos de comida rápida, lo primero que se nos viene a la mente son las hamburguesas, los hot-dogs y la pizza, ¿cierto? Bueno, los primeros dos son de origen alemán y el tercero es italiano, y llegan a los Estados Unidos a inicios del siglo XIX, cuando mucha población europea emigró de manera masiva hacia el continente americano, en búsqueda de trabajo y una mejor condición de vida.
Dicho con otras palabras, una de las ventajas más grandes que ha tenido la emigración hacia los Estados Unidos, ha sido la contribución sociocultural de los inmigrantes, y la que nos compete en esta ocasión, es el aumento de la diversidad alimentaria.
Gracias a la atención de mis anfitriones, se me permitió conocer de la historia activa de las comunidades en la ciudad y con ello su contribución gastronómica. Dentro de las comunidades latinas, la mexicana es la que encabeza la lista y, aunque visitamos “Pilsen”, “La Villita” y “Humboldt Park”, decidimos no probar comida mexicana para darle oportunidad a otras variedades.
Dicho esto, ¿pueden imaginar la gran variedad gastronómica que pude degustar en mi recién visita a la ciudad de Chicago? Afortunadamente, no subimos de peso pero sí comimos demasiado. Así que, si tienen hambre o aún no han desayunado, prepárense porque haré un gran listado.
Para comenzar, debo recordarles que soy amante de los “pancakes”, así que estando en tierras estadounidenses, no podía dejar pasar el placer de desayunar estos clásicos acompañados de tocino, huevos, mantequilla y mucha miel.
También tuve la oportunidad de celebrar el 18 de septiembre el “Día Nacional de la Hamburguesa con Queso” o “National Cheeseburger Day” en su inglés original, dónde muchas cadenas de comida rápida ofrecen hamburguesas gratis o a un mejor precio, para poder celebrar el día de este ejemplar de comida rápida favorito.
Ahora, se dice que si estás de visita por Chicago, no puedes dejar de comer sus famosos “hot-dogs”, mejor conocidos como “polish sausage” y que en su traducción al español es “salchicha polaca”.
El “polish sausage” es la comida callejera clásica de la ciudad del viento, de origen yugoslavo, que actualmente correspondería a Serbia y Montenegro. Se conforma de una salchicha polaca ahumada de cerdo, cubierta de una pila de cebollas dulces caramelizadas, pimientos picantes, mostaza y pan.
Ya se me antojo otra vez, ¿a ustedes no? Esta comida rápida surge en la “Maxwell Street Market”, que es una de las calles más populares de la ciudad y con mucha historia de comercio.
Probar esta delicia callejera, fue la única petición que hice al llegar a la ciudad de Chicago y satisfactoriamente fue complacida.

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