Por Jorge Roldán Valencia
Quien fuera Omar.
Ahora se entiende porque es preferible ser embajador de México en el extranjero y recibir un sueldo mensual de 224,000 pesos o sea 100,000 más de lo que devenga el presidente de la República.
Y eso que como ya no son iguales, es mejor abandonar al PRI para trabajar en Noruega, como representante de México, no sin antes haber creado el Grupo Plural Independiente, para afiliarlo al Partido Verde Ecologista y con ello, buscar cargos en alcaldías y Cámaras de Diputados y Senadores para sus allegados, según se den los resultados en los comicios del próximo mes de junio.
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Hablando de otra nación europea, los mexicanos seguimos esperando contar con servicios médicos similares a los de Dinamarca, según lo había prometido el primer mandatario López Obrador, pues la saturación de personas en el Seguro Social y hospitales públicos, hacen que los servicios de cirugías y análisis, se tengan que posponer durante meses.
Por ello en broma macabra, los enfermos que acuden a dichos nosocomios preguntan si fallecidos regresan para saber si hay atención o ya no acuden.
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Quien no esperaba que miles de sus paisanos le voltearan la espalda, es la gobernadora chiapaneca Layda Sansores, quien más entretenida en la difusión de su programa de TV, ha descuidado un punto tan delicado como el de la violencia en su Entidad.
La gota que derramó el vaso fue el operativo que se realizó en el centro penitenciario de la capital, al enviar a policías, hombres y mujeres, a tratar de detener un motín sin los implementos necesarios para hacer frente al motín.
Ello hizo que la “Jaguar” dejara atrás su altanería y debido a protestas masivas, diera de baja a su directora de seguridad, Marcela Muñoz.