Un aniversario más de la Revolución Mexicana es un momento de reflexión sobre los cambios nacionales y el momento que vive nuestra nación, desde aquella época.
Parece que al ser una de las primeras revoluciones socialistas del mundo, es un muy buen momento para percatarnos donde nos encontramos. Sin duda un gran cambio y acierto de la revolución, fue la Constitución de 1917, misma que ha sufrido múltiples reformas desde aquella época y de la cual aún queda gran esencia.
Hoy uno de los grandes cambios son los dos grandes ejes de dicha constitución y de la revolución, tanto en materia agraria como en materia laboral, siendo uno incluso con la desaparición de la Secretaria de la Reforma Agraria y con la disminución sistemática de los ejidos.
Mientras que el segundo, con el cambio del sistema de justicia laboral para ser convertido hoy en tribunales y con la disminución de los sindicatos en nuestro país.
Dichos cambios son sustanciales y visibles en nuestro país, los cuales forman parte de la naturaleza de la evolución histórica de nuestra nación, puesto que sería imposible continuar con una nación y un sistema del siglo pasado.
Pensar que todo cambio es incorrecto o violatorio de derechos humanos, es impensable. Lo cierto es que ha sido parte de una continua evolución de nuestras instituciones, mismas que hoy buscan expandirse para dar respuesta a un sin número de necesidades actuales.
Hoy es necesario mirar hacia el futuro y visualizar las necesidades sociales, como es el trabajo a distancia, la implementación de nuevas tecnologías en el campo y las diversas formas de explotación generadas a través de las nuevas maneras de contratación.
Si bien nuestro país ha superado grandes retos, hoy tiene mucho más que vencer lo cual estoy seguro que ahora será desde una brecha constitucional en beneficio de los derechos de todas las personas.
juanfer_lm@jfg