El afán de muchas personas es conseguir el placer a costa de lo que sea; hacen y toman de todo para lograrlo; y no es que este mal, pero hay que medir las consecuencias y para ello hay que informarse.  Las posturas sexuales son un medio para lograr el placer; y muchas personas buscan en internet o revistas formas para llevarlas a la práctica.  La realidad es que muchas de las posturas no son aptas para todos o todas.

En primera instancia hay que considerar que, como muchos otros aspectos de sexualidad, las posiciones sexuales están valoradas social y moralmente; por ejemplo algunas de ellas se asocian directamente con la prostitución o la pornografía; y entonces algunas personas tienen sus propios prejuicios para hacerlas. y en pareja se tienen serios problemas cuando alguien pide nuevas posiciones.  Así que antes de pedir que se incluyan en el encuentro sexual, hay que evaluar los conceptos y valores que se tienen con respecto a las posiciones sexuales; para ello puedes comprar un libro ilustrado y comentar con tu pareja la postura por postura.  Decidir cuáles son una opción y en qué momento pueden llevarse a la práctica, intentar hacerla y parar cuando sea necesario; y después platicarlo.

Hay posturas que prometen ser muy placenteras; sin embargo el grado de complejidad es elevado y no apto para todas las personas.  Tienes que considerar tu elasticidad, resistencia muscular y peso; ya que, si te aventuras a las más complejas puedes sufrir dolorosos calambres, torceduras o bien, puedes llegar a lastimar a tu pareja.  Ahora bien si es tu objetivo, entonces complementa tu deseo sexual con el ejercicio.

Ahora bien, todas las posturas tienen sus pros y contras; habra algunas que favorezcan a la mujer o al hombre en encuentros heterosexuales; pero que no funcionen tan bien para encuentros homosexuales.  Por ejemplo, para mujeres que tienen dificultades al conseguir el placer, las posturas que les favorecen es en donde ella tiene el control. A las personas que tienen sobrepeso les quedan restringidas las posiciones en donde su peso quede reposado en la de su pareja.  Para las mujeres o los hombres que tiene miedo al encuentro sexual las posiciones frente a frente son ideales ya que propician el contacto visual y dan seguridad.  Para los hombres con penes que consideren “pequeños” en comparación al promedio; las posturas de penetración por detrás pueden contrarrestar el complejo del tamaño.  Para los y las que deseen la aventura las posturas acrobáticas pueden ser divertidas en el intento por lograrlas.

Ni es obligatorio intentar todas las posturas, ni tampoco debes casarte con una sola posición.  El intentar nuevas formas fortalece tu erotismo y la relación de pareja; siempre considerando acuerdos, el respeto y seguridad de los y las participantes.  es recomendable que no des por hecho ha sido un éxito o un fracaso el incorporar estas nuevas formas de erotismo; explora con tu pareja si fue placentero, o incomodo, o doloroso, o vergonzoso, etc. y si se volverá a practicar en otras ocasiones, la comunicación es la base.

Recuerda que el sexo es un arte y como tal, requiere de práctica y dedicación responsablemente.  Compra un libro con imágenes de posturas sexuales, evalúa tus posibilidades y atrévete a practicarlas.

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