La semana pasada, mientras disfrutaba de una taza de café de olla y un delicioso pan artesanal de jengibre y anís, comencé a redactar este texto mentalmente.
A veces y muy probablemente a muchos les pase lo mismo, que de repente les llega una idea a la cabeza, pero no tienen donde escribirla o guardarla y la dejamos para más tarde, esperando positivos poder recordar.
En mi caso, siempre tengo ideas instantáneas inspiradas en lo que veo o escucho, de lo que pruebo o preparo, y es por eso por lo que siempre cargo con una libreta, como esa costumbre poética de tinta y papel, pero también utilizo de manera rápida y práctica, el bloc de notas en el celular.
Y ¿a qué voy con todo esto?
Bueno, pues aprovechando las circunstancias de estar sentada en un agradable restaurante, ubicado en el centro de Acaxochitlán, Hidalgo, rodeada de personalidades importantes tanto locales como internacionales, de estudiantes con apetito de aventura y aprendizaje, y de un maravilloso entorno lleno de vegetación, sabor y color; he decidido platicarles un poco del cariño que le tengo a este lugar y a estas personas.
PRIMER ESCENARIO. Uno de los espacios naturales más bonitos del Estado de Hidalgo, y de mis favoritos por los recuerdos de mi infancia y la cercanía con mi ciudad natal, es el municipio de Acaxochitlán, Hidalgo.
Acaxochitlán tiene un clima extraordinario, es húmedo y fresco, y lo mejor de todo es que gracias a esta atmósfera sus alrededores están llenos de una gran variedad de vegetación. Además, cuenta con muchos sitios interesantes para el turismo, durante todo el año se llevan a cabo muchas festividades y la comida es deliciosa. Aparte de que las personas son muy amables y atentas. Por todo esto y tantas cosas más me encanta y siempre disfruto el regresar. ¿Quién no se inspira en escribir de un sitio tan verde, bonito y tranquilo como lo es Acaxochitlán?
SEGUNDO ESCENARIO. Después de un año de conocer a la Dra. Yuriko Takahashi, y de colaborar con ella en sus proyectos de investigación, nuevamente tengo la fortuna de coincidir con ella en persona. En esta ocasión, el punto de reunión fue en el municipio de Acaxochitlán, Hidalgo y entre tantas actividades, durante tres días de trabajo de campo, tuvimos la oportunidad de disfrutar de un hospedaje en el bosque rodeado de árboles, de la luz de la luna y la danza de las luciérnagas; además de aprender de rituales ancestrales con el cacao y la importancia de los cuatro elementos para sus habitantes.
Por otro lado, verla trabajar en muy satisfactorio. Es muy activa, siempre ordenada, atenta y puntual. Siempre agradece y sonríe. Podría decirse que es la imagen perfecta de la cultura japonesa a nuestros ojos; y el uso de su español es increíble.
La primera vez que la vi en Cuautepec, le obsequié una “tote bag” de manta bordada a mano y personalizada con su nombre, lo consideré como un regalo muy práctico y bonito. De hecho, me llené de felicidad al saber en su día a día sí usa la bolsa, y en esta visita la trajo consigo, la conserva y presume orgullosa con los demás. En esta segunda ocasión, el regalo fue una pulsera hecha a mano con cuentas de chaquira y turquesas. Los pequeños detalles hacen la diferencia.
TERCER ESCENARIO. No hay dicha más grande que poder compartir tiempo de calidad con la familia, en este caso con papá. Tener cerca siempre a esa persona responsable y creativa, que aprovecha cualquier idea para una mejora y que no solo lo lleva a cabo de forma personal, sino que con pasión y entrega lo comparte con los demás para que el beneficio sea mutuo y duradero. Esta es la mayor satisfacción que tengo de él, del aquí y del ahora. No es novedad que siempre alabe el trabajo y ejemplo de mi padre, y para los que leen mi columna después de dos años, lo habrán notado en los más de 115 artículos publicados en este espacio.
Así que, juntando estos tres escenarios, el convivir y aprender con dos personas de diferente cultura y manera distinta, pero coincidiendo en un privilegiado lugar, hicieron que pasara una semana extraordinaria y que mi cabeza se llenara de poemas y varios textos para compartir. Este es uno de ellos.
¿A ustedes qué los inspira? Espero que muchas cosas, tanto como a mí.

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