Por Cristian Andrey Rangel Hernádez

Uno de los peores fantasmas ronda por las economías del mundo. El miedo se repetirá en muchos países si durante estos días colapsa el Silicon Valley Bank, pues esto podría generar una crisis financiera, similar o peor a la del año 2008.
¿Qué es una crisis financiera? En palabras sencillas, es una perturbación más o menos repentina que produce una pérdida considerable de valor en instituciones o activos financieros, que tienen influencia decisiva en la marcha de los negocios, de la actividad financiera y económica general, provocando un fuerte desequilibrio entre la demanda de medios de financiación y la oferta que hacen las entidades o intermediarios financieros.
15 años después de la “Gran Recesión”, que comenzó en Estados Unidos con la crisis de las “hipotecas basura” y que se extendió por el resto de las economías, revive los recuerdos de ese grave colapso económico, ya que la reciente quiebra de uno de los 20 bancos más grandes de EU, el Silicon Valley Bank ha generado una fuerte turbulencia en los bancos del mundo.
¿Cuáles estarían siendo las causas? La razón principal, es la mala administración de instituciones bancarias.
Ante la política monetaria de alza de tasa de interés adoptada por los bancos centrales, para contrarrestar el periodo de alta inflación en las economías, está generando una fuerte turbulencia financiera y pánico en los mercados.
Es decir, el aumento en las tasas de interés afecta el valor de los bonos del gobierno, lo que se traduce en pérdidas para los bancos, que invirtieron en este tipo de instrumentos. Mientras que los bancos no tengan que vender esos bonos, esas pérdidas no se materializan.
Sin embargo, en un supuesto en el que los depositantes de los bancos comienzan a exigir su dinero, por desconfianza o en su búsqueda de rendimientos más altos, conduce a la necesidad de que los bancos, para poder hacer frente a las demandas de sus depositantes, se tengan que deshacer de esas tenencias de bonos de mayor duración y, con ello, se materialicen las pérdidas provocadas por los aumentos de tasas.
Situación que sucedió con el banco norteamericano, ya que el grueso de sus activos estaba en bonos de largo plazo, es decir la quiebra del banco, responde a problemas de manejo del riesgo de parte de la propia institución.
Los bancos centrales también son los encargados de garantizar la estabilidad del sistema financiero. Es evidente que en ciclos alcistas como el actual, es responsabilidad de los bancos centrales el fortalecer los mecanismos de control y supervisión de las instituciones financieras para evitar, diluir o mitigar los costos asociados a potenciales situaciones de insolvencia financiera.
El reto más fuerte para evitar una nueva crisis financiera, será el pánico y la especulación en los mercados financieros que puedan afectar a otras instituciones con mala administración.
¿Lograremos evitarla?

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