En el tránsito de un gobierno a otro, quedan diversas conclusiones que valen la pena enunciar. Más allá de los procesos administrativos, hay aspectos que quedarán como anécdotas socarronas y que retratan algunos vicios políticos.   

Por ejemplo, a pocos días de concluir su administración el gobernador Omar Fayad decidió poner su nombre a un bulevar de acceso a la comunidad de Téllez, lugar que pertenece al municipio de Zempoala. tierra natal del ahora ex mandatario estatal.

Este hecho, además de traducirse como un acto desmedido de ego, refleja de cuerpo entero lo que representó la administración pasada, un gobierno que privilegió la soberbia antes que la capacidad resolutiva de conflictos.

No solo eso, la obra citada se entregó inconclusa pero contaba con un letrero generoso que lo bautizaba con el nombre del ex gobernador. Lo anterior ocurrió el pasado 03 de septiembre a dos días de que iniciara el nuevo gobierno en el estado de Hidalgo.

Otro elemento que nutre esta idea, es el hecho de que en la sala de exgobernadores algunas manos anónimas decidieron otorgar un lugar más visible al cuadro de Fayad. Lo anterior, para que el funcionario que recién deja el encargo, tuviera un mejor lugar en dicha sala donde descansan decenas de retratos que siguen un orden cronológico.

Otro elemento peculiar, son las oficinas del gobernador que más allá de ser un espacio abierto para atender a las personas, parece un bunker; oficinas cerradas, salidas secretas, muchas salas de espera que no se comunican, puertas ocultas, elevador directo al sótano.

Estas pequeñas cosas, hablan de la visión de gobierno que tienen los tomadores de decisión. Hay quienes suelen trabajar en lugares inaccesibles y quienes prefieren los espacios abiertos de cara al pueblo.

Pero los anteriores son detalles, lo importante es que dentro del proceso de alternancia que se vive hoy en el estado de Hidalgo, las pequeñas cosas son noticias a la par de sendos desfalcos a la administración pública.

Lo anterior viene a cuenta porque en días recientes, la Procuraduría General de Justicia del estado de Hidalgo, indicó que fueron desviados alrededor de 840 millones de pesos, a través de empresas fantasmas, de solamente 3 secretarías y 13 alcaldías.

El encargado del despacho, Santiago Nieto informó que fue detectada una red de desvío millonario que habrían realizado mediante triangulación de recursos a través de empresas fantasmas. Simplemente en Nopala, Huautla, Yahualica, Tlahuelilpan, Pisaflores y Epazoyucan el monto desviado alcanza los 200 millones de pesos.

Cabe destacar que esos municipios son demarcaciones con elevados niveles de marginación y otras problemáticas sociales. Esos montos que presumiblemente se desviaron habrían hecho en los ayuntamientos citados una gran diferencia en servicios.

No obstante, los egos de la política no permiten que los ediles tengan un proceder en el marco de la ley. Les parece sencillo entrar en el juego de los negocios particulares, al amparo del poder. Esa lógica que muchos utilizan con la firme convicción de que nada les puede pasar.

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