La violencia familiar, se mantiene como el delito de mayor incidencia en varias demarcaciones del país, como es el caso de Tulancingo donde el incremento que registró en abril, en comparación a marzo, es del 35 por ciento.
Lo anterior, al pasar de 53 denuncias en marzo a 71 querellas en abril, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), correspondientes al corte del mes pasado, basadas en las carpetas de investigación iniciadas ante el Ministerio Público (MP).
Las 71 denuncias del mes pasado, superan, incluso, los registros de los 12 meses del año pasado, en el que prevalecía el confinamiento debido a la pandemia, por lo que dependencias encargadas de apoyar a las víctimas de este delito, señalaban al encierro pandémico como el causante.
Emma San Agustín Lemus, directora del Centro Especializado en Atención a Víctimas de Violencia Familiar (CEAVIF), indicó que este aumento coincide con el incremento de atenciones que brindan, con las cifras del SESNSP para el mes de abril.
Comentó que la temperatura ambiental, es un factor que influye en la violencia familiar, ya que muchas personas se vuelven muy irritables con el calor, además de que el ser humano se ha vuelto más intolerante a la convivencia y menos respetuoso de las individualidades, aunado a la falta de valores.
Añadió que el tema de las adicciones se ha presentado como un grave problema, en la atención a víctimas de violencia familiar, ya que han llegado mujeres adictas al cristal, algunas inducidas por su agresor, y otras buscando una salida a su situación emocional.
Comentó que las víctimas que han atendido en el CEAVIF, son por violencia a la mujer, con edades de 20 a 40 años; sin embargo, reconoció que se han presentado en lo que va del año, dos masculinos que han sufrido de violencia patrimonial

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