Hace unos días escuche al gobernador del Estado de Veracruz hablar sobre un asesinato en su Estado estableciendo que el Estado no era responsable que se había trabajado en brindar la seguridad y que todos los días se trabajaba en ello.

Me parece que la búsqueda de justicia y de culpables por parte de las familias es necesaria, para un Estado Constitucional de Derecho, y el Estado debe de ser garante de esa justicia y señalar a los responsables de los hechos.

Sin embargo, me parece como el Estado de poco a poco intenta deslindarse de una de sus mayores responsabilidades que es la seguridad ya que, es innegable que cada deceso por la violencia es culpa del Estado.

Lo anterior no implica que el gobierno sea quien accione el arma para infringir esa lesión, sino que el Estado tiene un deber de cuidado, el cual consiste en evitar que esos tristes acontecimientos ocurran y cada actuar ineficiente en un inútil actuar que trae como consecuencia la perdida de una vida es sin duda una falla del Estado.

Por tanto, cada vida perdida es una derrota del Estado frente a la violencia y a la delincuencia es la demostración de su ineficiencia y por supuesto que su culpa en la medida que se acredita que no garantizo el cuidado hacia los habitantes de este país.

En consecuencia, es inútil que sea el Estado quien ahora intente traspasar ese deber de cuidado a terceras personas, como amigas, familiares, conductores o incluso la propia víctima puesto que, si el Estado es ineficiente en garantizar la seguridad de una persona que camina en la madrugada es culpa del Estado, porque es solo el Estado quien debe de garantizar que todas y todos podamos transitar de manera libre y sin miedo a cualquier hora y de la forma que queramos.

En ese orden ideas, ya no puede ser culpa de la ropa, del alcohol, de la hora o de la poca iluminación de la calle es culpa de quien tiene el deber de garantizar la seguridad y no la garantiza, y como consecuencia es el Estado quien debe de ir a buscar a quien realiza la acción, enjuiciarlo y de ser culpable castigarlo.

Lic. Juan Fernando González Espinosa

juanfer_lm@hotmail.com

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