Cuando se habla de moda y tendencias al vestir, lo primero que se nos viene a la cabeza es indiscutiblemente la ciudad de París.
Esta ciudad, es mundialmente conocida como la capital de la moda, de la elegancia y el glamour. Pero, ¿por qué se le llama así?
Bueno, esta exquisita denominación surge gracias al reinado de Luis XIV, que según historiadores era considerado como un rey muy carismático y de buen gusto, y por esta razón, durante todo su reinado fue el encargado de favorecer con lujo y estilo a toda Francia.
También durante su época, muchos palacios y jardines fueron construidos con la misma exquisitez de estilo, y en la cúspide de la elegancia, los monarcas se rodearon de los mejores modistas con las mejores telas para diseñar sus trajes.
Naturalmente, la moda de la corte llegó hasta las calles donde fue copiada, y de esta manera con el auge artístico, poco a poco la capital francesa fue convirtiéndose en el epicentro de la moda.
Hoy en día, la moda se ve reflejada en las calles con un toque de extravagancia, así como en las boutiques y galerías de toda la ciudad y las ediciones anules del Fashion Week Paris (SNCF Destinos, 2021).
¿Y qué pasa con todos los diseños y toda esa ropa producida? ¡Aquí va la buena noticia! Como las tendencias cambian cada temporada, las personas tienden a dejar sus prendas en muy buen estado, por lo que existen las “friperies” o tiendas de segunda mano, en dónde encuentras ropa de las mejores marcas, con los mejores diseños por menos de 5 euros.
Recuerdo que cuando vivíamos en el 7ème, Gaby llegaba al estudio con sacos y faldas increíbles de esas tiendas. Yo aún no las conocía, pero después de la primera visita fue muy rara la vez que llegué a entrar a una tienda departamental.
Mis favoritas se ubican en “Le Marais” un barrio parisino cerca del centro, lleno de boutiques y restaurantes. Pero basto con la inauguración de “La refinery” en el primer distrito, cerca de “Les Halles” y cerca de “Itacate”, para pasarme varias de mis horas de pausa en el lugar. Este último es un proyecto colectivo, abierto a músicos y artistas, pleno de eventos cada semana, además de ofrecer bebidas y dulces a sus visitantes.
Del mismo modo, existe “marché aux puces” o mercado de pulgas, y aunque en ellos encuentras más variedad de artículos principalmente para la decoración del hogar, los pequeños exhibidores o mesas con prendas de ropa que llegas a encontrar, son atendidos por los mismos propietarios y es sumamente interesante, ya que son muy amables y te cuentan la historia del por qué las venden o donde las usaron.
Una de mis prendas favoritas adquirida de estas tiendas, fue una chamarra de piel con borrega en el interior para soportar los días de invierno. Ese estilo de chamarras era muy popular encontrarlo para hombres, pero yo quería una.
Cuando la encontré me emocioné mucho porque era una chamarra abrigadora, pero no pesada, con corte largo, ¡era de lo más linda! A Sabri le daba mucha risa porque, mi más preciada prenda dentro de mi guardaropa -decía-, me había costado solamente un euro. Y lo más gracioso es que a todos les gustaba. ¡Fue una excelente compra!

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