En columnas anteriores hemos señalado la importancia de la división de poderes para poder garantizar de derechos a las personas en nuestro país y la obligación de las instituciones no solamente de no atacar al resto de las instituciones sino de los propios organismos de defenderse.

Sin embargo, también existe la oposición de la sociedad y de las personas en lo individual para lograr salvaguardar el Estado Constitucional de Derecho de un país y ello es sin duda la fuente más peligrosa de poder ya que, los cambios más radicales se han originados en la sociedad y no en las instituciones.

En tal sentido, los abogados son los profesionistas encargados de proteger y defender los intereses y derechos de las personas inclusive frente al Estado razón por la cual es que en gran parte de Estados autoritarios se les ha perseguidos y en algunos se ha prohibido su ejercicio.

Lo anterior como consecuencia de un intento por eliminar cualquier forma de defensa de los ciudadanos contra los atropellos realizados por el Estado, por lo que se debe de buscar no solamente una mayor protección hacia la abogacía sino el respeto y la garantía no solamente para ejercer la profesión sino para lograr realizar una defensa correcta en beneficio de las personas.

En consecuencia, es que todo estado que se jacte de ser protector de derechos humanos tendría no solamente que darles mayor participación a los abogados en el los procesos sino eliminar cualquier ataque hacia la defensa o los propios abogados.

Por tanto, es que el abogado se vuelve cada día en un enemigo del Estado arbitrario, del Estado autoritario de aquel que intenta elminar los derechos de las personas, y en dicha medida el Estado ve en el abogado al enemigo a vencer para evitar que las personas puedan tener un asesor y una voz que los guie y los oriente cuando un Estado arbitrario pretenda destruir o disminuir sus derechos.

En cambio, un Estado garante de derechos alienta no solamente la participación de la sociedad en las decisiones del Estado sino aplaude la asesoría y el apoyo de los abogados hacia esa sociedad.

Lic. Juan Fernando González Espinosa

juanfer_lm@hotmail.com

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