Debido a que durante la temporada de calor aumentan las enfermedades gastrointestinales, la dirección de Sanidad municipal y la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Hidalgo (COPRISEH), implementan operativos “sorpresa” para verificar que manejadores de alimentos cumplan los lineamientos sanitarios para el desarrollo de su actividad.
En las revisiones, se ha detectado que el uso de cubrebocas, es uno de los principales lineamientos que se omite; sin embargo, es fundamental para la inocuidad, en la preparación y manejo de alimentos que se comercializan.
Los manejadores de alimentos argumentan que es incómodo portar la mascarilla, por las altas temperaturas; no obstante, es una norma obligatoria, independientemente de que se transiten etapas álgidas de pandemia o no.
Otros requisitos que se incumplen, son el uso de esmalte en uñas y de joyería en las manos, lo cual puede contaminar los productos que se expenden.
Para la venta de aguas frescas, es obligatorio que quienes las expenden cuenten con vitroleros que tengan grifo y que los recipientes estén debidamente tapados, para evitar la contaminación por manejo directo o partículas en el aire.
También, los manejadores de alimentos deben evitar la venta de aguas que incluyan lácteos, ya que al no tener la temperatura adecuada suelen descomponerse con facilidad por el calor que se acentúa a lo largo de la mañana y la tarde.
En cuanto a la venta de frutas y postres, los vendedores dedicados a estos giros deberán procurar medidas de higiene necesarias y mantener los productos a una temperatura mayor a siete grados.