Hoy en Salud y Más, les comentaré respecto de la tapioca, la cual es un almidón extraído de la raíz de la yuca, también conocida como mandioca o cassava, una planta nativa de América del Sur, aunque hoy en día se cultiva ampliamente en regiones tropicales de todo el mundo, especialmente en África, Asia y América Latina.
Este almidón se obtiene por un proceso que incluye el lavado, secado y molienda de la raíz, lo que da lugar a productos como las perlas de tapioca, la harina y los copos de la misma y durante siglos, ha sido un alimento básico en muchas culturas, siendo especialmente popular en platos dulces y bebidas.
Hoy en día es muy consumida por su sabor, pero también por todos los beneficios que aporta, ya que es libre de gluten, lo que la convierte en una excelente opción para las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad a este componente.
Este almidón es una fuente ligera de energía, baja en grasas y calorías, lo que la hace ideal para quienes buscan controlar su peso y aunque no es una fuente significativa de proteínas o fibra, los carbohidratos complejos de la tapioca proporcionan energía sostenida.
La tapioca tiene un contenido moderado de calcio, un mineral esencial para la salud ósea y la función muscular y es fácil de digerir, lo que la hace adecuada para personas con problemas digestivos o aquellas que se recuperan de enfermedades.
Ahora bien, su preparación es diversa y según el tipo de producto que se utilice, por ejemplo, la podemos encontrar en perlas, para ello primero que nada hay que enjuagarlas para eliminar el exceso de almidón y posteriormente cocinarlas en agua hirviendo (por cada taza de perlas, usar aproximadamente 3 tazas de agua) durante 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando.
Después de hervir, deja reposar las perlas en el agua caliente por unos 10 minutos y estarán listas cuando se vuelvan translúcidas. Las perlas cocidas se pueden usar en puddings, bebidas como el té de burbujas helado o, incluso como guarnición.
En el caso de la harina de tapioca, se usa comúnmente para hacer pan sin gluten, galletas o como espesante en sopas y salsas. Se puede mezclar con otras harinas sin gluten, para crear texturas más variadas en los productos horneados.
En la cocina, solo basta con sustituir la harina de trigo por harina de tapioca en la misma proporción que se utiliza normalmente para el fin que se requiera.
La tapioca también la podemos encontrar en copos, los cuales e cocinan en agua o leche y se utilizan comúnmente en desayunos tipo “pudding” o como base para otros platos dulces o salados.
En resumen, la tapioca es un ingrediente versátil, nutritivo y fácil de preparar que puede integrarse en una variedad de recetas para quienes buscas opciones libres de gluten, así que se las recomiendo, es por Salud y Más… hasta la próxim@.