La miel y el jengibre son dos ingredientes ancestrales que han sido utilizados por sus múltiples beneficios, no solo para la gastronomía, sino también para la medicina tradicional. Hoy en día, ambos siguen siendo muy valorados en todo el mundo por sus propiedades curativas, que, cuando se combinan, se convierten en un remedio natural increíblemente efectivo. 

La miel, es un dulce néctar producido por las abejas, siendo un producto natural rico en antioxidantes, vitaminas (como la B6, riboflavina y niacina), minerales (como el zinc y el calcio) y ácidos orgánicos, lo que la convierte en un aliado clave para el sistema inmune, la digestión y la piel. 

La miel tiene la capacidad de luchar contra infecciones bacterianas y ayudar en la recuperación de heridas, aunado a ello estudios sugieren que consumir una cucharada de miel puede reducir la tos, sobre todo en niños, actuando como un sedante natural para la garganta además de ser un antioxidante natural reduciendo el envejecimiento celular y previniendo enfermedades crónicas.

 Respecto al jengibre, es una raíz originaria del sudeste asiático que ha sido utilizada durante miles de años por sus propiedades medicinales. Conocido por su sabor picante y su aroma refrescante, pero lo que realmente lo hace especial son sus compuestos bioactivos, como el gingerol, que tiene efectos antioxidantes, antiinflamatorios y digestivos.

Cuando la miel y el jengibre se combinan, sus propiedades se potencian, creando una mezcla poderosa que puede ser utilizada como remedio natural para una gran variedad de problemas de salud. Este dúo tiene beneficios sobresalientes para el sistema respiratorio, la digestión y el sistema inmunológico. 

 Ahora bien, si se preguntan cómo aprovechar estos beneficios, preparar una infusión de miel y jengibre es una de las maneras más sencillas y deliciosas, así que con gusto se las comparto.

 Necesitaremos un trozo de jengibre fresco, una cucharada de miel (preferiblemente orgánica), una taza de agua caliente y el jugo de medio limón. Es necesario pelar y cortar el jengibre en rodajas finas y llevar el agua a ebullición junto con este ingrediente.

 Hervir a fuego lento durante 5 a 10 minuto y retirar del fuego para después colar el líquido para eliminar las piezas de jengibre y agregamos la miel y el limón para tomar lo mas calientita que se pueda.

Para mayor efectividad hay que consumir esta infusión en ayunas por la mañana, ya que el estómago vacío permite una mejor absorción de los nutrientes. Y recuerden que la miel y el jengibre son más que simples ingredientes para la cocina: juntos forman un potente remedio natural con un sinfín de beneficios, así que se los recomiendo, es por Salud y Más… hasta la próxim@.

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