·     Samuel García y el nuevo Juanito de López Obrador

·     Pone en duda negociaciones entre Marcelo y Dante

·     El Frente ve métodos para gobernadores en unidad

El script está ya en escena.

Si en 2009 López Obrador lanzó a Juanito (Rafael Acosta) en Iztapalapa con la instrucción de entregar la delegación a Clara Brugada, hoy tiene otra marioneta.

En su afán de ser factótum nacional, primero impulsó a Xóchitl Gálvez para sacarla de su espacio natural, la Ciudad de México, para el 2024.

Luego, en aras evitar la polarización del voto, con él o contra él, voto a su movimiento y juicio contra su gobierno, postuló a Samuel García.

Al gobernador de Nuevo León, quien había prometido estar los seis años, le insufló el ego y ayer solicitó licencia para ir en pos de la Presidencia.

Dante Delgado lo cobijó de inmediato: Samuel podría ser la opción interna y el ex canciller Marcelo Ebrard la externa de MC.

Con ese juego de palabras y acciones Dante lanzó al aire así las negociaciones de varios meses con Marcelo para llevarlo de abanderado presidencial.

Enterado en Italia, Ebrard decidió mantener silencio por ahora y ya hablará luego: o se respeta el compromiso de MC o se quedará en espera de la expulsión por Mario Delgado.

RÉDITO

POLÍTICO

A esta saga le restan muchos capítulos.

El principal:

El Congreso de Nuevo León está dominado por panistas y priístas -27 de los 42 diputados- y Samuel García no ha resquebrajado esa unidad ni con dinero ni con persecuciones.

Necesita 22 votos y a lo sumo reuniría 16 -once emecistas, dos de Morena, 1 verde y uno sin partido- y la alianza de los 27 es firme: o se va definitivamente y los diputados designan gobernador sustituto, o no habrá licencia.

Samuel García quiere seis meses para regresar al poder porque no puede engañarse: como su antecesor Jaime Rodríguez El Bronco, embaucaría a muy pocos votantes.

Eso sí, cumpliría su misión de ser esquirol de la oposición y daría buenas cuentas de su encomienda: fraccionar el voto del Frente Amplio por México y de Xóchitl Gálvez.

 Convertido en el nuevo Juanito, quién sabe si ni siquiera pudiera vencer internamente a Marcelo Ebrard, aunque para eso existe la manipulación de encuestas como recurrentemente nos han demostrado el gobierno y Morena.

Al final de cuentas MC, Dante y Palacio Nacional van por el rendimiento político electoral: será postulado quien garantice más votos, prerrogativas, cargos y espacios de poder.

Con otra consideración: por ahora Samuel es un gobernante en ejercicio y con presupuesto, Marcelo es un político en precipicio y sin erario.

Cualquiera sería Juanito.

RETO

OPOSITOR

1.- “No habrá pleitos ni divisiones”, dice el priísta Alejandro MorenoAlito.

Lo repiten el panista Marko Cortés y el perredista Jesús Zambrano.

Tienen ésta y la próxima semana para demostrarlo, cuando se avanzará en el diseño y análisis de prospectos para ocho gobernadores y el jefe de Gobierno.

Están en esas.

Y 2.- el ex procurador federal del consumidor Ricardo Sheiffeld anda exultante.

Ha recorrido varios municipios de Guanajuato y asegura haber causado muy buena impresión, al igual con gremios como agricultores, ganaderos, empresarios y militantes del partido oficial.

El fin de semana Sheiffeld recibió un impulso adicional en su empeño con la visita de Claudia Sheinbaum, quien presumió estar diez puntos arriba en el estado de la alianza opositora.

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