Dentro del sistema de partidos políticos en México, existe una membresía que ha crecido electoralmente en los últimos años. Se trata de Movimiento Ciudadano (MC), que actualmente gobierna Jalisco, Nuevo León y la ciudad más industrial del país, Monterrey.

En este escenario al parecer favorable se dio hace unos días una ruptura. Resulta que Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco y miembro de MC, ha informado que dejará este partido cuando acabe su mandato, debido a que ha tenido desacuerdos con la dirigencia nacional.

Lo anterior porque en las últimas semanas, Alfaro ha expresado su desacuerdo con que MC haya descartado unirse a la alianza opositora del Frente Amplio por México, conformada por PRI, PAN y PRD.

La postura de su dirigencia nacional ha sido mantenerse al margen del escenario polarizado entre Morena y el denominado frente opositor. Según algunos cálculos, si el partido naranja se sumara al bloque contra los guindas, sería más competitivo el escenario electoral.

No obstante, en la anterior contienda por el estado de México, el partido de Dante Delgado dejó de participar. Los motivos no fueron muy claros y para algunos (incluido Alfaro), lo que se generó fue un efecto de ventaja al partido que tenía la preferencia, porque solo hubo dos opciones para elegir.

Desde esa fecha, la rebelión naranja se hizo presente hasta que hace unos días Alfaro declaró “me parece que en la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano no hay claridad de lo que se está haciendo y se están cometiendo errores muy graves. Que cada quien asuma su responsabilidad, yo no seré parte de esas decisiones”. Aquello por la negativa de Delgado de sumarse al bloque opositor.

Bajo esta lógica, cobra fuerza la idea de que los naranjas están esperando que alguien de Morena que no avale su proceso interno, pudiera encabezar la candidatura a la presidencia por MC, y de esta manera, generar una ruptura en el partido que hoy se perfila como seguro ganador.

Este escenario parece tener nombre y apellido, y es que muchos apuestan a que Marcelo Ebrard no acepte el resultado de las encuestas y en un arranque, pudiera encabezar la candidatura por el partido bisagra.

No obstante, la reciente ruptura interna hace que MC ya no sea una opción tan rentable. Sin aquel mercado electoral de Jalisco, las cosas se complican; y quizá ese partido se encuentre en la antesala de su primera escisión.

De esta manera, su acelerado ritmo de crecimiento se pausa. Y condena a este partido a ser testigo y no protagonista de las elecciones de 2024.

En este particular cabe una aventurada hipótesis. Probablemente alguien desde la cúpula del poder, le está mandando un mensaje a Marcelo Ebrard. Si para el excanciller era una opción cambiar de bandera política, ahora tendrá que pensar mejor. Porque la merma en votos que representa la ruptura Dante Delgado vs Enrique Alfaro, deja muy disminuida la membresía electoral de los naranjas.

En esta línea, nadie dejaría al partido mayoritario para aventurarse a uno minoritario y dividido. Si lo anterior fue planeado, hay que darle mérito a esa mente brillante que está dejando sin opciones al que parece será el perdedor de las encuestas en Morena.   

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