La semilla de amaranto se cultiva y utiliza en nuestro país desde hace aproximadamente cinco mil años. Para los aztecas, mayas e incas, el amaranto fue la principal fuente de proteínas, además de tener connotaciones religiosas en ritos a sus dioses y en la cosmovisión de sus respectivas culturas. No sólo el valor nutritivo del amaranto lo ha posicionado como un gran alimento, sino también sus propiedades médicas que han sido confirmadas en los últimos años. En tiempos prehispánicos las hojas de la planta se aprovechaban para preparar infusiones contra la diarrea. El amaranto es un alimento tradicional mexicano, comúnmente lo vemos en las tradicionales “alegrías”, como complemento a la fruta y el yogurt o presente en harinas para la elaboración de galletas y panes. Según la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, el amaranto es “el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano”. Proveniente de una planta que llega a alcanzar los 3 metros, es un pseudo-cereal, aunque a menudo se le incluye en el grupo de los cereales. Se cree que el amaranto tiene su origen en la región que hoy en día ocupa Puebla, puede crecer en tierras poco fértiles y con una mínima cantidad de agua, además, una sola planta puede producir cerca de un millón de semillas, las cuales pueden conservar sus propiedades por años. En México se cultiva sobre todo en los estados de Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Estado de México y en la Ciudad de México; particularmente, el pueblo de Tulyehualco en Xochimilco es reconocido por su producción de amaranto.
VALOR NUTRIMENTAL
El amaranto proporciona muchos beneficios para la salud, tales como su gran contenido de minerales y vitaminas naturales: A, B, C, B1, B2, B3; es también fuente de ácido fólico, proporciona niacina, calcio, hierro y fósforo, también contiene aminoácidos como la lisina, además, gracias a sus propiedades, se recomienda consumir amaranto para tratar afecciones como la osteoporosis, cáncer de colon, hipertensión arterial, estreñimiento, insuficiencia renal crónica, insuficiencia hepática y encefalopatía hepática. Ayuda a estabilizar los niveles de glucosa y colesterol en la sangre. Por otro lado, la gran cantidad de proteínas que contiene una barra de amaranto puede igualar a la proporción que brinda un vaso de leche y es considerado como el “alimento del futuro”, por brindar múltiples beneficios a la salud a un bajo costo de producción (gracias a la facilidad que ofrece su cultivo) e incluso forma parte de la dieta de los astronautas, ya que además de proveer proteínas, minerales y vitaminas, es una de las pocas plantas que han podido germinar en el espacio exterior, mostrando utilidad para absorber el CO2 y producir oxígeno y agua. Debido a todos estos beneficios, no es de extrañar que se esté considerando su uso como herramienta contra la obesidad infantil. El amaranto también ayuda en la prevención de la obesidad, debido a su alto contenido de fibra. El amaranto es una opción saludable para mejorar la nutrición, los dulces y alimentos que incluyen amaranto, tienen no sólo un buen sabor sino muchas ventajas para la salud. El amaranto contiene más del doble de proteína que el arroz, cerca de 80% más que el trigo y el triple de aminoácidos que el maíz. Ayuda en el equilibrio de minerales como calcio, fósforo y magnesio, lo cuales nutren y mantienen en óptimo estado al cerebro, mientras que su aporte de sodio, potasio, zinc, cobre, magnesio, níquel y hierro colabora en el funcionamiento del sistema nervioso central. Los nutrimentos se encuentran en toda la semilla, por lo que se recomienda su aprovechamiento integral, además, entre el 50% y el 80% de la planta es comestible. ¡¡¡ Baje de peso e inicie un nuevo estilo de vida!!!
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