Más de 14 mil personas han acudido a los cuatro museos que existen en Tulancingo. Así lo dio a conocer, el director de estas instituciones en Tulancingo, Israel Rubén Cadena Aguilar.
El entrevistado agregó que se proporcionará mejoras en las fachadas e infraestructura de los mismos y un mayor mantenimiento.
Dijo también que se les ha dado prioridad a las luminarias, ya que había partes que carecían de iluminación.
“Los museos deben tener una estética y dar una mejor presentación, pues la afluencia de visitantes ha aumentado considerablemente, con un promedio de entre dos mil y tres mil personas por mes”, citó.
El funcionario expresó, que el Museo del Santo, es uno de los más visitados y que incluso han acudido turistas de Japón y de otros países, por la popularidad de este luchador y actor, nacido en Tulancingo.
Asimismo, manifestó que el Museo del Ferrocarril, representa una amplia compilación de uno de los transportes más importantes en la historia de México, de finales del siglo 19 y prácticamente de todo el siglo 20.
Dicho espacio, a través de fotografías, libros y documentos, ofrece un panorama de la evolución del ferrocarril en México, especialmente en Hidalgo.
Consta de siete salas en las que el visitante puede encontrar, además de los elementos mencionados, numerosos objetos ferroviarios.
Los museos son el del Ferrocarril, el de Datos Históricos, el de Huapalcalco y el ya mencionado, el del Enmascarado de Plata.
El de El Santo, cuenta con un acervo de más de 200 piezas, donde abundan fotografías, carteles, recortes de periódico y artículos personales, así como las máscaras plateadas que lo identificaron y lo convirtieron en ícono.
En lo que corresponde al Museo de Datos Históricos, se ubica en un edificio que data desde 1893, donde existen alrededor de 40 piezas, pero entre tepalcates, restos de cerámica, se contabilizan alrededor de 350, mismas que se rotarán para darle mayor atractivo a este sitio.
Finalmente, se encuentra el Museo de Huapalcalco, donde los “conos”, ahora son escenario de la exposición de algunas piezas arqueológicas de la Cultura Tolteca, que se asentó entre los siglos 10 y 12, en el Valle de Tulancingo.
