La demanda de las parteras tradicionales se ha incrementado en varias zonas rurales del país, por el temor a las mujeres embarazadas a presentarse a las unidades de salud ante la posibilidad de un mayor riesgo de contagio de Covid-19.
Por ello, la diputada Sayonara Vargas Rodríguez, del PRI, impulsa una iniciativa de reforma en materia de salud, con el fin de que las autoridades en la materia contribuyan a la preservación de la partería tradicional y garantizar a las personas que ejercen esta práctica sus derechos fundamentales como integrantes de los pueblos y comunidades indígenas, como elementos fundamentales de la medicina tradicional, ya que de lo contrario persistirá una esfera de ambigüedades, ausencias y opacidades y una violación directa sus garantías individuales.
La legisladora plantea que se reforme el artículo 64 de la Ley General de Salud. Dijo que, de acuerdo con la Secretaría de Salud, durante los picos más altos de la pandemia hubo varios casos de contagio entre mujeres indígenas embarazadas y se sabe además que el riesgo de consecuencias muy serias para la salud de la madre y del recién nacido es muy alto entre mujeres contagiadas de Covid-19.1
Indicó que en el 2021, datos de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud Federal atribuyen las principales causas de los decesos a casos confirmados de Covid-19 representaron el 44 por ciento así como por 23 casos más de Covid-19 no confirmados2 en México.
Vargas Rodríguez comentó que en algunos lugares como Chiapas, las parteras tradicionales de la red Nix Ichim han redoblado su atención y respondido a las demandas de la población, así como en las regiones de Oaxaca y Guerrero.
Destacó que 2020 se alcanzó la máxima proporción de partos asistidos por matronas (parteras tradicionales) con una atención registrada de (32,816) nacidos vivos, por lo que se aprecia un aumento significativo respecto a la tendencia de años anteriores en la atención por parteras y respecto a 2019 fue un total de 23,686 con un aumento de 9.130 nacimientos más.
La hidalguense manifestó que su iniciativa tiene como propósito que as autoridades sanitarias competentes establezcan una serie de acciones para la a identificación de personas que cuenten con conocimientos de partería tradicional o estén interesadas en adquirirlos, ya que en algunas comunidades existen personas que no han sido certificadas por las autoridades sanitarias.
Propiciar espacios para el intercambio de experiencias y conocimientos científicos y empíricos , para la mejora continua del procedimiento de certificación y la interacción de los grupos de parteras tradicionales con las autoridades sanitarias, de acuerdo al contexto y necesidades de cada uno; Así como abastecimiento de insumos , ya que en la actualidad los testimonios indican que no se les brinda suficientes herramientas para la práctica de sus conocimientos y, en algunos casos, bajo las condiciones mínimas de higiene.
Así como incentivación económica. Era una percepción que recibían como parte de la certificación y la cual desapareció en 2018, y que resulta fundamental para solventar los gastos de traslado y personales para ejercer dicha práctica humanitaria, que incluso abonaría como un aspecto motivante para las nuevas generaciones.