Por Arturo Hernández Cordero

Cuando se habla de las posibles figuras políticas del oficialismo, que puedan dar continuidad al proyecto de nación impulsado por el Presidente López Obrador, el debate se limita a día de hoy a tres nombres: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. No obstante, el nombre del Diputado Federal, Gerardo Fernández Noroña, ha empezado a figurar entre los posibles aspirantes tras reclamar a AMLO el no considerarlo como presidenciable.
Si bien, Gerardo Fernández Noroña no cuenta con la simpatía del titular del Ejecutivo Federal y es un político ajeno a la esfera Morenista, es innegable la visibilidad que ha adquirido con base en las tres legislaturas que ha ostentado, su férrea defensa a los ideales de la izquierda, sus múltiples polémicas y un activismo constante.
Por parte de Gerardo Fernández Noroña, existe toda una carrera legislativa que da fe de una congruencia y valentía política incuestionable; aún en el imaginario colectivo, sigue presente la escena del 2010 de Fernández Noroña, confrontando en el Congreso al entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna (hoy en espera de una condena por Narcotráfico en Estados Unidos) y tildándolo públicamente de asesino. También de sus protestas, sus intervenciones contundentes en el pleno del Congreso de la Unión y de sus acalorados debates contra sus adversarios políticos (incluyendo a varios afines de la 4T).
Pese a todo ello, y aún con la negación del propio Diputado por asumirlo, Fernández Noroña no cuenta con experiencia alguna gobernando, tampoco cuenta con la cercanía ni el respaldo de la cúpula de la 4T, elementos indispensables para ser considerado como el potencial candidato de la izquierda.
Además, el carácter de Noroña, que le ha otorgado visibilidad política, también le ha jugado en contra y es percibido por la ciudadanía como un político radical y sin templanza, fuertemente apegado a los dogmas marxistas, por tanto, y aun contando con una popularidad importante como Legislador, sus posibilidades para contender a la presidencia, resultan objetivamente limitadas.

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