La actual iglesia de la Villita, ubicada en la calle de Juárez, entre Rayón y Corregidora, considerada como el santuario de la Virgen de Guadalupe, data su construcción de 1978, aunque su apertura fue en diciembre de 1968.
Durante algún tiempo, específicamente en el año de 1983, cuando era objeto de remodelación, fue habilitado un espacio ubicado en la calle de Rayón, casi esquina con Guerrero, para oficiar misas.
Desde hace más de medio siglo, arriban a Tulancingo, previo y durante el 12 de diciembre, cientos de peregrinaciones. Una de las más grandes y antiguas, es de ciclistas y proviene desde Huayacocotla, Veracruz.
A partir del año 2000, en la colonia Guadalupe, se realiza también esta celebración y poco a poco se ha ido arraigando en la fe de los vecinos.
Por otra parte, la “Villita” de San José, ubicada en la colonia del mismo nombre, entre los límites de Tulancingo y Santiago Tulantepec, desde hace más de 50 años, ha celebrado a la Virgen de Guadalupe, pero fue a partir del año, 2020, cuando inició el proyecto de ampliación y remodelación.
Al igual que la ubicada en la calle de Juárez, recibe en su día, un alrededor de cinco mil feligreses.
Recientemente, de cinco años a la fecha, taxistas de algunas bases, se organizan año con año para llevar las tradicionales mañanitas, a una capilla que se ubica a orillas de la carretera federal México-Tuxpan (libre), a escasos dos kilómetros de la colonia el Abra, de Tulancingo.
Hay otros puntos de Tulancingo en los que se considera que hay apariciones de la Virgen, en 2 árboles, uno en la colonia Lindavista y otro en la calzada 5 de Mayo.
Sin embargo, en su momento, cuando fungió como Arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo, Domingo Días Martínez, dijo que no se podían considerar como tales y que son figuras que coincidentemente pueden tener en las cortezas de los árboles, figuras semejantes a la de una virgen.

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