Sin duda ayer fue un día muy importante para nuestro país, en casi todas las capitales, sino es que en todas las ciudades del país, hubo festejos por motivo del Virgen de Guadalupe.

Si bien para quienes somos católicos, el festejo mismo tiene una concepción religiosa de gran relevancia, no solamente es una cuestión religiosa, si pensamos que nuestro país es reconocido como eminentemente guadalupano.

Lo anterior en virtud de que incluso, el padre de nuestra independencia ocupó un estandarte con la efigie de la Virgen, para liderar el movimiento de liberación nacional.

Por tanto, no es de extrañar que la cultura mexicana se haya impregnado de la ferviente fe de la virgen de Guadalupe, lo cual se puede ver en programas de televisión e incluso en la socialización de la imagen.

No obstante, un punto fundamental es incluso la declaración de un día feriado: el día 12 de diciembre bajo la premisa de un Estado Laico, lo cual parece que debe de ser aplaudido puesto que, más allá de la celebración religiosa, el derecho al esparcimiento genera un derecho laboral que implica una progresividad en derechos, misma que no pueden ser disminuidos por motivo alguno.

En consecuencia, si se ha otorgado un día inhábil por cualquier motivo, ello no puede ser eliminado porque al final es una victoria obtenida por la clase trabajadora en beneficio de su derecho al libre esparcimiento.

En tal sentido, cualquier logro en los derechos laborales debe de ser respetado, si bien el origen hoy puede no ser generalizado hacia todas las personas, los beneficios alcanzados no pueden ser discriminados puesto que ello, si generaría una discriminación bajo la premisa que todo trabajador de una misma fuente laboral, tendría el mismo derecho puesto que si solamente se les otorgara a aquellos que son guadalupanos y no a todos, implicaría sin duda una discriminación.

jfernandoge1@gmail.com

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