El 10 de mayo se conmemoró el Día de la Madre, una fiesta que no ha hecho que se atenué el dolor de las madres, que tanto han sufrido en nuestro país.

El día de la madre parece que tiene mucho que conmemorar y reflexionar en nuestro país, desde las madres buscadores, que han tenido que hacer un trabajo que nunca quisiéramos que tuvieran haber vivido, hasta aquella que aun en nuestros días siguen siendo invisibilizadas en sus propios hogares.

Si bien es un día de festejo para todas nuestras madres, debe seguir siendo un día de lucha para todas las madres que no pueden festejar; que el machismo y la misoginia, les ha quitado cualquier calidad de vida, dejando una inseguridad e incertidumbre con el único nombre de injusticia.

No podemos olvidar a las madres que no solo el 10 de mayo, sino que día con día sufren violencia, que han sido olvidadas, que no son reconocidas por su trabajo en sus propios hogares.

A ellas también debe ser dedicado el día de las madres a su lucha incansable, y la deuda que como sociedad todavía tenemos con ellos.

No solo el 10 de mayo, sino día a día como sociedad, debemos trabajar incansablemente para que el trabajo de madre, sea reconocido y valorado en un estado donde todavía la compensación por la labor del hogar no alcanza el 50% de los bienes por ministerio de ley y ello implica invisibilizar el trabajo y los derechos de toda madre.

En consecuencia, solo a través del reconocimiento de las deficiencias sistemáticas que tenemos como sociedad, podemos mejorar y recomponer el tejido social evitando los errores cometidos en el pasado.

jfernandoge1@gmail.com

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