Un nuevo caso de impunidad, violencia extrema y dolor ha impactado a la sociedad mexicana: el hallazgo de un crematorio clandestino, la pasada semana, en un rancho del municipio de Teuchitlán, Jalisco; mismo que servía como campo de exterminio y centro de adiestramiento para los grupos criminales que operan en la región.
El macabro hallazgo se da en condiciones desconcertantes, puesto que ha sido un colectivo de la sociedad civil, Guerreros Buscadores, quien develó el suceso que ha conmocionado al país entero, pues retrata la crueldad e inhumanidad extremas del crimen organizado, así como la impunidad, la corrupción e inoperancia de las instituciones gubernamentales.
El modus operandi del crimen organizado en este caso, se basó en el secuestro de jóvenes foráneos, en busca de empleo en la zona metropolitana de Guadalajara, para su posterior traslado a Teuchitlán, donde algunos serían víctimas de crímenes tales como el reclutamiento forzado para grupos delictivos, el tráfico de órganos, la trata de blancas, entre otras atrocidades de lesa humanidad, que se llevaron acabo a lo largo de 10 años aproximadamente.
El caso de Teuchitlán, da fe de la inoperancia institucional y posible complicidad de las autoridades, en la que se ven implicados partidos tanto del oficialismo como de la oposición; este es un duro golpe que pone en entredicho la integridad y funcionalidad del Gobierno de Jalisco (de Movimiento Ciudadano).
De igual manera la FGR tendrá que rendir cuentas sobre el porqué la sociedad civil, fue quien reportó el hallazgo del campo de extermino, a pesar de que entre septiembre de 2024 y enero del 2025, la Guardia Nacional había llevado a cabo, tres cateos al rancho de Teuchitlán.
Si bien, se trata de una tragedia nacional de grandes proporciones, puede representar para el gobierno de Sheinbaum, de una vez por todas, el catalogar a los cárteles de la drogas como organizaciones terroristas y llevar a cabo una acometida implacable en coordinación con el Gobierno de EE.UU., en contra de los grupos del crimen organizado y acabar con el cáncer social que representan dichas organizaciones criminales