La presidenta del Consejo Supremo Ñhañhu, Anayeli Mejía, señaló que luego del endurecimiento de la política migratoria de los Estados Unidos, los efectos de la incertidumbre generada por el gobierno de Donald Trump, han comenzado a impactar la economía de esta región expulsora de mano de obra migrante.
De acuerdo con la activista, la zona del Valle del Mezquital es la que más ha resentido esta situación, debido a que su economía se sostiene principalmente a través de las remesas. Sin embargo, los connacionales han empezado a dejar de enviar dinero en efectivo, ante el temor de ser detectados por esta vía y deportados.
Señaló que actualmente sólo se tiene registrado un caso de deportación en la región; no obstante, existe un fuerte temor de que los migrantes puedan ser repatriados, lo que afecta directamente la economía de las familias que dependen del envío de estos recursos.
Asimismo, refirió que no sólo se ha golpeado la economía interna de las familias que dependen de las remesas, sino también al comercio local, debido a la pérdida de movilidad económica que generaban esos recursos. Por ello, los negocios han empezado a registrar una baja en sus ventas.
Otro aspecto que también ha tenido un impacto negativo es el acercamiento entre las familias, ya que en esta región es común que los padres soliciten visa para visitar a sus hijos en la Unión Americana. Sin embargo, en los últimos meses, los trámites migratorios se han visto frenados.
Destacó que el miedo a que sus parientes sean deportados ha ocasionado que ya no se soliciten los procedimientos de visado para viajar a Estados Unidos. “Es lamentable, dijo, porque debido a esta situación hay padres de familia que quizá ya no volverán a ver a sus hijos”.
