En Tulancingo, de 47 mujeres que se encuentran recluidas en el Centro de Readaptación Social (CERESO), 40 han sido sentenciadas y son mamás, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH).
La dependencia estatal, dio a conocer que cuatro de estas internas tienen a sus hijos, menores de tres años, viviendo con ellas.
Este beneficio, se establece en el artículo 10 de la Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP), que a la letra, en su fracción seis, dice que toda mujer privada de la libertad, tiene el derecho a conservar la guardia y custodia de su hija o hijo menor de tres años, a fin de que pueda permanecer con la madre en el Centro Penitenciario, de conformidad con las disposiciones aplicables.
Una vez que el menor cumpla cuatro años, las autoridades penitenciarias notificarán a la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes o a sus equivalentes en las entidades federativas, para determinar el curso legal a favor de los menores que tienen que desprenderse de la mamá.
De igual manera, este artículo prevé un régimen específico de visitas para las personas menores de edad que no superen los 10 años y no convivan con la madre en el Centro Penitenciario, mismas que se realizarán sin restricciones de ningún tipo, en cuanto a frecuencia e intimidad, además, su duración y horario se ajustarán a la organización interna de los penales.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dio a conocer que en Tulancingo, en el rango de edades de entre 15 y 54 años, existe una población femenina de tres mil 479 madres separadas, divorciadas, viudas y solteras.

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