Bajo el argumento de haber sido víctima de maltrato político al interior del partido del Trabajo, el alcalde de Mixquiahuala, Miguel Ángel Peña Flores, presentó su dimisión al instituto de estrella, por lo que ahora, se suma a los trabajos morenistas.
Sostuvo que no permitirá ser el rehén de nadie, menos del líder moral del PT, Damián Sosa Castelán, a quien acusó de haber impuesto a una regidora, misma que responde a sus intereses.
Peña Flores había entregado minutos antes, el informe de la cuenta pública 2024 ante el presidente de la Junta de Gobierno Andrés Velázquez Vázquez.
El alcalde de Mixquiahuala señaló que su decisión de abandonar las filas del roji amarillo, se debe a varios desacuerdos con Sosa Castelán y el comisionado nacional Javier Vázquez Calixto, por lo que después de 16 años, dejará de trabajar para la fuerza política que le permitió ocupar una diputación, una secretaría municipal y una regiduría.
Puntualizó que las diferencias con el ex candidato a senador de la República, son de tiempo atrás, como fue intentona de imponer a un aspirante a la alcaldía, pese a que la militancia estaba en total desacuerdo.
Miguel Ángel Peña refirió que las acciones emprendidas por el grupo de Damián Sosa, provocaron una serie de disgustos entre los militantes petistas, quiénes optaron por romper filas con la fuerza política.
Dijo que a pesar de los escenarios fatalistas, la administración que encabeza es autónoma, por lo que habrá de seguir tomando decisiones propias que traerán consigo beneficios a la población, como lo hizo en su momento a través de los distintos cargos públicos.
La decisión de Miguel Peña podría ser secundada por su homólogo de El Arenal, Jensen Oropeza, a quien también ya se le vincula con Morena desde hace tres meses, puesto que ha tenido acercamiento con diputados locales y con ciertos personajes políticos del partido guinda.
