Se ha hecho viral un video donde captan a dos policías de la Ciudad de México, que realizan actos que pudieran ser considerados libidinosos, lo cual no solamente ha generado una ola de comentarios, sino incluso sanciones en contra de los propios policías.

En primer punto, la difusión de dichos videos debe considerarse como contenido intimo y eso se encuentra prohibido y por supuesto, no debe de ser difundida ni se debe permitir que aquello que pudiera ser una falta, se convierta en una condena mediática.

Debemos entender que la imparcialidad de las autoridades, debe de ser garantizada y respetada, así mismo las sanciones impuestas por la norma, implican la justa medida y la condena mediática no puede superar aquella normativa.

En tal sentido, parece que el mayor temor hoy en día, son las redes sociales y no los tribunales lo cual no solamente permite generar un estado de venganza privada, sino una desconfianza y un desequilibrio permanente, en nuestro sistema de justicia.

Pensar que la sociedad puede convertirse en el mayor ejecutor y con ello en el mayor victimario, es una consideración fundamental para comprender la necesidad del derecho como ente regulador de las relaciones, motivo por el cual solo una justa medida puede generar la condena que otorgue paz a la sociedad.

Sin dudar que la actuación de los policías pudiera ser considerada como causa de una sanción admnistrativa, por haber distraído no solo sus atribuciones sino también los recursos públicos.

Pero ello solo será competencia de sus autoridades superiores, recordando que el principio de presunción de inocencia, debe imperar no solo para ellos sino para toda la sociedad.

En consecuencia, es lamentable que las imágenes de una mujer se encuentren difundidas por todas las redes sociales con total impunidad.

jfernandoge1@gmail.com

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