Dos billones de pesos fue el incremento en el último año de la deuda pública en el país. Con ello el gobierno de Claudia Sheinbaum, alcanza la cifra de 17 billones 673 mil 629.4 millones de pesos (15 billones 585 mil 810.6 millones de pesos el año anterior), de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Este dato, significa un incremento de 10.3% en términos reales y representa el 49.2% del Producto Interno Bruto del país.
Para ponerlo en otras palabras, significa que día con día la deuda incremento 5 mil 270 millones de pesos y que tú, yo y cada mexicano, debemos $132,563 pesos.
Este saldo histórico, en análisis comparativo entre gobiernos, indica que del 2018 a la fecha (gobiernos de la 4T), la deuda pública del país incremento 68% (10.48 billones de pesos era la deuda en el 2018).
Ante ello, el gobierno federal sale a declarar que se tomarán acciones responsables en el manejo de las finanzas y se reducirá el gasto público, pero…
Más deuda y ¿en qué se está gastando ese dinero? Si tenemos que el gasto en salud se redujo 10.8% respecto a 2024, en educación se contrajo 6.2% frente a 2024, el gasto en infraestructura física cayo 29.1% y el gasto en medio ambiente se redujo 73.2% respecto al año anterior.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, ya que la política social a cargo de la secretaria del Bienestar, incrementó su gasto en 9.8% por encima de lo calendarizado.
Comprobando que el excesivo e improductivo clientelismo compromete severamente el futuro de las nuevas generaciones.
Y no amigo lector, no son “otros datos” son los datos oficiales y son alarmantes, pues basta con dar un alto en tu día a día y mirar con calma, todo el panorama de donde vivimos y observar las condiciones de las calles de tu ciudad, municipio o comunidad, u observar los hospitales y centros de salud.
¿Hay médicos, equipo o medicamento? O quizá observa al otro lado e identifica la seguridad pública de tu estado o municipio. ¿Hay suficientes policías con sueldos bien remunerados, unidades, capacitación y equipamiento? O espera y voltea al otro lado y coméntame si las escuelas de donde vives, están en condiciones físicas y de calidad educativa, para el correcto desarrollo de tus hijos. Así podría continuar enumerando las deficiencias que al gobierno no le interesa atender.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, cuando tenemos un poder legislativo amaizado y preocupado por quedar bien en lugar de construir las bases con reformas realmente reformadoras y no destructoras.
En lugar de aprobar una reforma en telecomunicaciones que se preocupa más por cuidar que no se hable mal del gobierno deberían aprobar una reforma fiscal que reconfigure las finanzas públicas del país, permita elevar la recaudación y darle otro tipo de administración a las finanzas.
Lo he mencionado en notas anteriores y lo repito, es el momento ideal para concretar esa reforma fiscal, las condiciones están dadas. El gobierno de Sheinbaum cuenta con la mayoría en los congresos y dicha reforma debería ser aprobada sin ningún tipo de problema.
Sin duda, ¡no hay, pero ciego que el que no quiere ver!