Una de las tradiciones más arraigadas en la región Tepehua de Huehuetla, Hidalgo, es la danza de Los Tambulanes, quienes son un grupo de indígenas que lucen vistosos atuendos y copetes con espejos, mismos que se congregan en el parque de la cabecera municipal.
De acuerdo con el cronista de esta demarcación cafetalera, Palemón Flores Aparicio, la función de estos danzantes, uno de ellos con un batón que simboliza a los ancianos, representa la cacería y la muerte de la serpiente, que quería morder y matar al Niño Jesús.
“Entonces aparece el Xanana (quien enseña el dialecto tepehua), envuelto con un paliacate rojo, que guía a los danzantes, quienes lo siguen, dan vueltas y se entrecruzan al compás de la música de la danza con tres sones de costumbre, para caminar con la culebra, para agarrar la culebra y matar la culebra, elaborada de tela rellena de aserrín y cabeza de madera, tiene como misión hacerle un mal al niño Dios”, explicó.
Tiene que ser una muerte colectiva para lograr el propósito, por lo que se forma un círculo para escenificar su muerte, con sus garrotes y con la ayuda de todos, con fuertes gritos en señal de júbilo y así evitan el mal ante la llegada del niño Jesús.
Para finalizar esta danza, se realiza un juego ritual, que incluye diálogos y cantos en español y en la lengua tepehua. Los danzantes siempre muy alegres y haciendo bromas a los espectadores.
De acuerdo con el autor del libro “Los Indios Tepehuas de Huehuetla”, los actores de la danza conocida como Tambulán son cinco: el Tata, el antepasado, con una corona en la cabeza y un pañuelo rojo en la mano; la Nana o Malinche: la abuela, representada por un hombre disfrazado de mujer, con un vestido de mestiza, una corona en la cabeza y un pañuelo rojo en la mano.
Otro de los danzantes y actores principales es Jerónimo, que lleva en la mano una serpiente de tela de unos 10 centímetros de diámetro y con cabeza de madera; el escribano, así como los danzantes o “muchachos”, que llevan cada uno un bastón.
Se baila ya sea en dos hileras, ya sea en círculo, que es lo más frecuente e incluye un diálogo. Según los informantes indígenas, la ideología de esta danza es la siguiente: antaño, la serpiente anhelaba ser más poderosa que Dios.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *