La Rana toro, es un anfibio originario de Estados Unidos de Norte América. Su nombre deriva del sonido que emite el macho durante la época reproductiva, similar al bramido de un toro. Esta rana es muy apreciada por su alto aprovechamiento comercial y en Santiago Tulantepec, existe una granja que está a punto de conseguir su certificación.
El biólogo marino Cecilio Roque Hernández León, socio de la Unidad de Producción Acuícola Elliot, dijo que inicialmente hacían la crianza de Tilapia, pero se optó por la Rana Toro, por las grandes ventajas que tiene en cuanto al cultivo, manejo e instalaciones que tenían disponibles y las bondades de la especie, ya que es rica en nutrientes y tiene un alto valor comercial.
Lo complicado, explicó Hernández León, fue conseguir los reproductores, pues tocaron varias puertas a nivel nacional, hasta que lograron que les vendieran un lote de reproductores y adaptarlos al lugar, ya que si bien, en Santiago Tulantepec hay algunas especies de rana, no había de este tipo, que se adapta muy bien a los encierros de las granjas.
Comentó que por el tamaño que alcanzan, un kilo por ejemplar, aproximadamente, es la que más solicitan para el consumo humano, y se comercializa de diferentes tallas, dependiendo al mercado al que vayan.
Explicó que el proceso inicia con el apareamiento de los reproductores, se obtienen los huevecillos, se meten al área de incubación y se obtienen los renacuajos, que deben de pasar por varias etapas de crecimiento, con un manejo muy estricto, en cuanto número, tallas y alimentación.
“Luego de su etapa como renacuajo, pasa a la metamorfosis y su organismo cambia, se convierte en rana y prácticamente vive fuera del agua, contemplando de seis a siete meses este proceso, desde que es huevecillo hasta la talla comercial”, informó.
La alimentación que llevan estas ranas es con alimentos balanceados, aseguró, pues es lo que les pide la certificación por parte de las autoridades correspondientes y de lograrlo, se estaría convirtiendo en la primera granja de ranas toro certificada en Hidalgo.
Detalló que, al lograr la certificación, se comprueba que su producto es inocuo para el consumo humano, y se logra a través de la implementación de buenas prácticas de reproducción de ranas, que verifica el Comité Estatal de Sanidad Acuícola de Hidalgo, que trabaja con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA).
El principal mercado de la Unidad de Producción Acuícola Elliot es regional, principalmente el estado de Querétaro, que es una acopiadora y lo traslada a Estados Unidos de Norteamérica.
El valor comercial de la Rana Toro, es porque se puede aprovechar la carne, la piel, las vísceras, el hígado, la grasa, prácticamente todo para ciertos productos y subproductos que tienen un importante valor comercial.
Por su parte, Cristian Andrey Rangel Hernández, explicó que realizan todos los trámites que engloban el proceso de comercialización; desde el registro de marca hasta permisos ante la Semarnath para poder exportar directamente la Rana Toro.
Agregó que el crecimiento de las ranas se potencializa por los factores clima y agua, y al estar cerca del manantial y la calidad de su agua, favorece el crecimiento de las ranas. Recordó que justamente el 29 de abril del 2024 se logró la primera “fresa de huevo” y a un año de distancia se alcanzaron cuatro toneladas de producción.
Esta producción, la consideraron magnífica, pues este año lo tenían contemplado para que la especie se adaptara a la región, pero los resultados han sido magníficos, debido a la rápida adaptación y buena producción

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