Una de las cuestiones más discutidas en la actualidad, es crear una justicia que sea accesible a la población en general.

No obstante, ello dista de generar una justicia “pública”, es decir una justicia que sea decidida por el público o por la sociedad.

Si bien, la justicia generada por las masas pudiera ser considerada como una solución a los grandes problemas, porque resolveríamos aquello que genera disgusto a la sociedad, lo cierto es que ello está lejos de crear soluciones crea conflictos.

En primer punto, la justicia protege al más débil aun y cuando este se encuentre en desventaja contra la sociedad y ello en gran medida, protege a la propia sociedad de cometer errores que pueden perdurar durante gran parte de la vida.

Como ejemplos de injusticias creadas por decisiones sociales, tenemos desde el juicio de Jesucristo hasta las muertes de Salem, y todas y cada una de esas sentencias son, sin lugar a dudas. deudas que hasta el momento como sociedad y como humanidad tenemos con la justicia.

No implica que la sociedad siempre se equivoque, pero también es falso creer que siempre tenga la razón y mucho menos, pensar que por ser mayoría su decisión sea más justa que la de una sola persona.

En tal sentido, si la justicia no tiene relación ni con el número de personas que la proponen ni con la calidad de las mismas, sino con la relación directa al valor del mismo, no puede ser vinculante la opinión de la mayoría.

Sin embargo, en nuestra realidad no es irrelevante su participación por lo que no podemos modificar la justicia, sino la perspectiva de la sociedad hacia la misma responsabilizándonos no solo de nuestros comentarios, sino de nuestra participación como ciudadanos en la misma.

Es seguro que una sociedad responsable, es un pilar fundamental para un Estado Constitucional de Derecho.

jfernandoge1@gmail.com

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