Cristian Andrey Rangel Hernández

Amigo lector en lo que va del año seguramente habrás escuchado o leído sobre el “super peso”, “la fortaleza del peso” o bien te preguntaras, por qué últimamente cambia el tipo de cambio peso-dólar, favoreciendo al peso mexicano y en la mayoría de los casos, escucharás o leerás que el Gobierno Federal lucha por adjudicarse los resultados positivos de estos movimientos en el valor de nuestra moneda.
La verdadera razón detrás de estas fluctuaciones, es que el dólar estadounidense de forma generalizada, desde hace ya unos meses ha venido perdiendo su valor, lo anterior derivado de que la economía estadounidense se encuentra en jaque por dos motivos.
El primero, una recesión económica le respira en la nuca, derivado del aumento de las tasas de interés, la elevada inflación, el fin de los estímulos fiscales y la debilidad de los mercados de exportación en el extranjero, ya que generan que las empresas, sean cautelosas a la hora de aumentar inventarios y contratar, e incluso frenan la construcción y otros planes de gasto de capital, puesto que los créditos son más caros y las carteras de pedidos cada vez son menores.
El segundo factor, son las señales que perciben los inversionistas, ya que aún está latente la expectativa de que las tasas de interés dejen de subir. Esto hace poco atractivo al dólar estadounidense, ya que en otros países las tasas de interés son más atractivas y por tanto, los inversionistas no están tan interesados en realizar transacciones en dólar estadounidense.
Ahora bien, ¿Por qué decimos devaluación del dólar? Basta con ver lo que sucede con las demás monedas, ejemplo en Latinoamérica el comparativo dólar-peso chileno, se depreció 7 %; el dólar- peso colombiano, 7 %; dólar- peso brasileño, 10 %; dólar- peso mexicano, 11 %. Diferencias que si bien responden a la naturaleza económica interna de cada país coinciden en que todas ganan terreno sobre el dólar estadounidense.
¿Por qué nuestro país es el que ha tenido mayor apreciación en su moneda? La respuesta es la solidez de los fundamentos macroeconómicos de la economía mexicana y las atractivas tasas de interés, lo cual genera que los inversionistas perciban relativa estabilidad política, económica y social, lo que a su vez les genera buenos rendimientos con bajo riesgo y sobre todo, la relación económico-comercial bilateral es más intensa y directa que con cualquier otro país latinoamericano.
Ahora lo saben, la fluctuación seguirá, la apreciación o depreciación dependerá de lo que ocurra en la economía más grande del planeta. Recordemos que al ser nuestro vecino más cercano y al ser nuestro principal socio, los efectos positivos y negativos, serán más intensos en nuestro país, por tanto, el reto consiste en cerrar filas y reforzar los fundamentos macroeconómicos del país, las acciones de política económica deberán ser certeras

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