Se conmemoró el día del niño y de la niña, el cual con gusto he visto como fue ocupado por padres, madres, abuelos, tías y tíos para festejar a la niñez, enriqueciendo la infancia de cada uno de los pequeñines que tienen cerca.

No obstante, la niñez de muchas personas dista de ser tan bella como aquello que pudimos apreciar en las calles y esa es la finalidad del día del niño y de la niña, conmemorar y recordar la lucha por los derechos de las niñas y los niños.

En tal sentido, parece oportuno tratar el tema del interés superior de la niñez, que implica una interpretación normativa que busca que la legislación sea interpretada en beneficio de los menores y que cuando exista un conflicto, que involucre derechos de la infancia, se privilegie sobre cualquier otro derecho y/o interés.

La idea de la infancia ha evolucionado y con ella el derecho, puesto que si bien toda la vida se ha distinguido a los menores de edad, tanto de sus derechos como socialmente, lo cierto es que ello ha sido una evolución, ya que esta distinción en un primer momento, solamente fue física hasta comprender que la diferencia es no solo un carácter de comprensión, sino de entendimiento y que la visión de un menor, es diversa a la de un adulto.

No es obligación del menor ver el mundo de los adultos, sino que es su derecho poder estar en contacto con nuestro mundo, en especial con nuestras leyes.

Por tanto, uno de los avances más importantes fue poder establecer una comunicación que pudiera implicar no solo tomar conciencia de las opiniones, sino establecer el alcance de las mismas, puesto que si bien estas son fundamentales no son la resolución, puesto que se acepta que como menores pueden tener una visión inmadura o incluso manipulada de la realidad y desentrañar lo que es mejor para ellas y ellos, es el interés superior de la niñez.

jfernandoge1@gmail.com

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