Por Cristian Rangel

A principios de año, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció que presentaría una propuesta de reforma al sistema de pensiones, en la cual busca garantizar que los trabajadores se jubilen con el 100% de sus salarios.
Anuncio que alarmó a los especialistas en el tema, pues les vino a la mente la interrogante de ¿quién financiaría tal aumento de recursos?
Apenas el pasado martes anunció su plan de respuesta a dicha cuestión, la cual consiste en la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, obteniendo recursos por la aplicación de los artículos 302 de la Ley del Seguro Social y 37 de la Ley del Infonavit, garantizando en todo momento la imprescriptibilidad de los recursos propiedad de los trabajadores.
El objetivo es contar con 64 mil 619 millones de pesos, los cuales irán incrementando poco a poco y vendrán de Ingresos del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, la extinción de la Financiera Rural, extinción de los 13 fideicomisos judiciales, la venta de inmuebles de FONATUR, eliminación de órganos autónomos, descentralizados y desconcentrados e ingresos del Tren Maya, del AIFA y aeropuertos de Sedena y Marina y Venta de inmuebles del ISSSTE.
La iniciativa, plantea que sólo aquellos trabajadores que ganan menos del salario promedio mensual de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social, es decir 16,777.78 pesos, tendrán derecho a esa pensión del 100% de su último salario y aplicará para las personas trabajadoras con 65 años que empezaron a cotizar después del 1° de julio de 1997 conforme a la Ley del Seguro Social, y las personas trabajadoras que estén bajo el régimen de cuentas individuales que cotizan en el Instituto de Seguridad de Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
Sin embargo, dicho anuncio lejos de apagar las señales de alarma, las intensifica, ya que propone financiar las pensiones con ingresos extraordinarios que no arrojan viabilidad financiera, algunas de las fuentes de ingreso aún no existen y otras no serán recurrentes.
Tal parece que lo único que intensifica son las señales de ser reformas con fines electorales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *