Hace unos días el profesor Sergio Hernández Hernández, anunció su salida del partido Nueva Alianza, Hidalgo; y como toda decisión política, las especulaciones no se hicieron esperar. Se escucharon voces que cuestionaron este repentino cambio aludiendo conflicto entre la dirigencia partidista y la cúpula sindical de maestros.
Más allá de las motivaciones que tuvo el presidente del partido turquesa, vale la pena hacer una valoración sobre el periodo de cuatro años, que fue responsable de los resultados electorales del instituto político ligado al magisterio.
Por principio de cuentas, decir que durante su gestión recibió un partido que estaba en riesgo de perder su registro, con una votación de 49 mil 174 votos en las elecciones de diputaciones de 2021. Un año después, cuando se renovó la gubernatura del estado, obtuvieron 80 mil 771, con lo que se posicionaron como la tercera fuerza electoral de la entidad.
Cabe destacar, que bajo la fórmula de candidatura común con Morena en 2023–2024, el partido consiguió una votación histórica, con 200 mil 813 sufragios en ayuntamientos y 242 mil 518 en diputaciones locales, lo que le permitió colocarse como la segunda fuerza electoral de Hidalgo y obtener la mayor cantidad de diputados locales, regidurías, sindicaturas y presidencias municipales.
El día de hoy tiene, 2 diputados electos por el principio de mayoría, 6 presidentes municipales, 7 síndicos y 124 regidores en toda la entidad. Lo cual le permite tener un amplio margen de maniobra en todo el territorio estatal.
En el argot político es muy conocida la frase: que me juzguen por mis resultados; a todas luces los saldos que deja Sergio Hernández, son positivos. Más allá de “grillas internas”, el suscrito decidió irse por la puerta de adelante.
Muy distinto el caso de otros institutos políticos, donde los conflictos internos se ventilan en los medios a través de declaraciones incendiarias, que denotan exclusivamente rencores personales acumulados.
Hay que decir que en el estado de Hidalgo, el magisterio tiene un peso significativo. No solo por la cantidad de agremiados que tiene en sindicato de maestros, sino por su disciplina en torno a un proyecto político.
Desde que se conformaron como partido político, los turquesas se distinguen por su compromiso de asistir como representantes de casilla, estar muy bien capacitados en labores electorales, tener una amplia gama de aspirantes a cargos de elección, en fin.
Su propia estructura mental de educadores, les permite tener un panorama claro de las tareas partidistas, que deben de desarrollar constantemente: capacitación y formación de nuevos cuadros. Esas dos asignaturas las realizan con frecuencia, lo que les facilita el ejercicio político en los distintos compromisos comiciales.
Desde que tienen registro como partido sus alianzas han sido estratégicas. Hoy, al lado de Morena, han encontrado un buen caldo de cultivo para seguir creciendo y consolidar sus postulados principales que tienen su razón de ser en la educación pública y de calidad.
Sobre el dirigente que se va, resta decir que deja un vacío en el escenario local como extraordinario orador y político, que supo hacer política a través de coaliciones que le generaron buenos dividendos.
