El pasado 21 de noviembre de 2025, Fátima Bosch Fernández se coronó como Miss Universo, marcando un hito en su trayectoria personal y profesional. Con tan solo 25 años, la modelo tabasqueña ha conquistado no solo una corona, sino también el reconocimiento por su fuerza, autenticidad y compromiso social.

Fátima nació el 19 de mayo de 2000 en Teapa, Tabasco. Estudió la licenciatura en Diseño de Indumentaria y Moda en la Universidad Iberoamericana, y complementó su preparación académica en la prestigiosa Nuova Accademia di Belle Arti(NABA) en Milán, así como en el Lyndon Institute en Vermont, Estados Unidos

Desde niña demostró una sensibilidad especial por las artes: le gusta la pintura, la música y la lectura, y ha manifestado su interés por proyectos sustentables relacionados con la moda.

La vida de Bosch no ha estado exenta de obstáculos. Ha hablado públicamente sobre haber sufrido bullying durante su infancia debido a que vive con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) y dislexia. 

En sus propias palabras, tuvo que trabajar el doble para mantenerse al día en sus estudios: “me costó el triple, lo logré, jamás reprobé un examen”, explicó en una entrevista.

Más allá de su carrera como modelo, Fátima ha impulsado iniciativas de moda sustentable. Durante la universidad, organizó una pasarela creada con telas recicladas y ha colaborado con la Fundación Gritos de Amor, que apoya a niños y jóvenes migrantes. 

Además, usa su presencia en redes sociales para enviar mensajes positivos y combatir el ciberbullying, defendiendo el respeto y la inclusión.

Camino hacia Miss Universo
El 13 de septiembre de 2025, Bosch fue coronada Miss Universo México en Zapopan, Jalisco, convirtiéndose en la primera mujer de Tabasco en lograrlo.

Durante la final del certamen internacional, su discurso fue especialmente poderoso: habló sobre la importancia de la autenticidad, la voz de las mujeres y la construcción de comunidades más justas.

Su camino hacia la corona internacional estuvo marcado por un episodio polémico: en un evento previo a la final, Fátima fue confrontada por un alto directivo del certamen, quien la insultó y cuestionó su profesionalismo. Ella no retrocedió y defendió su voz y dignidad. 

Este momento generó una ola de solidaridad por parte de otras concursantes y el público, consolidando a Bosch como un símbolo de empoderamiento. 


Con su coronación como Miss Universo 2025, Fátima Bosch no solo suma una corona a México, sino que también proyecta un mensaje profundo: la belleza va más allá de la apariencia; se trata de fortaleza, autenticidad y compromiso social. Representa a una generación que exige ser escuchada, que se apoya en sus vulnerabilidades para brillar y que usa su plataforma para inspirar.

Su historia es un recordatorio de que los desafíos pueden convertirse en impulso, y que la verdadera corona se lleva con la dignidad.

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