Desde hace casi dos años de que se autorizó la gratuidad del uso de las rampas de frenado en las carreteras federales, la que se ubica en Tulancingo está en total abandono, sin mantenimiento y sin la garantía de que pueda cumplir la función de frenar a una unidad pesada.
La rampa de frenado en la Bajada de San José, se encuentra con una cama de gravilla descuidada, en algunas partes compactada y con maleza, lo cual pudiera reducir la capacidad de frenado, pues la norma para este tipo de rampas, indica que la cama de gravilla debe estar con una especie de dunas a determinada distancia y la misma suelta, para que los neumáticos se hundan un poco y frene el vehículo.
Además, la entrada a la rampa está con tres señalamientos dañados, al parecer por accidentes y el gavión, en la parte inicial, está debilitado por un golpe de una unidad pesada, e incluso se puede ver aún una salpicadera de un camión.
Gerardo González García, delegado en Hidalgo de la Alianza Mexicana de Transportistas (Amotac), dijo que estas rampas de frenado fueron creadas para eso, para evitar desgracias y se les debe de dar mantenimiento para brindarle seguridad a la ciudadanía y al transporte.
“Le hizo saber a las autoridades municipales cuando se tocó el tema del desvío de transporte de carga por la bajada de San José, que no hay mantenimiento de la rampa, ni señalética adecuada para el ingreso de la rampa y se debía gestionar”, dijo González García.
El líder transportista refirió que las rampas de Tulancingo son de las pocas de emergencia que no se le ha dado mantenimiento, porque es responsabilidad del gobierno federal conservarlas en buen estado, hacer buen uso de los impuestos que pagamos, por lo que pide a la SICT a que les dé el mantenimiento correcto.

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